Los hogares situados en barrios con un nivel socioeconómico alto tienen más diversidad de artrópodos, pero sufren menos plagas de animales que contagian enfermedades. Los insectos, protagonistas esta semana de #Cienciaalobestia, viven mejor entre el lujo y las comodidades.
Al igual que las personas, los insectos también prefieren vivir en enormes casas bien cuidadas. Su diminuto tamaño les permite colarse en las acomodadas mansiones y pasar casi inadvertidos viviendo entre el lujo de sus anfitriones.
Según un estudio publicado en Biology Letters, las casas de barrios lujosos y de nivel socioeconómico alto tienen una mayor variedad de artrópodos y menos plagas de insectos nocivos para la salud que las casas de entornos más humildes.
Estudios previos ya determinaron que la riqueza se asocia frecuentemente con una mayor diversidad biológica de plantas, aves, murciélagos y lagartos. Un fenómeno acuñado como ‘efecto lujo’.
Un equipo internacional de investigadores ha analizado hasta dónde llega el efecto lujo en los artrópodos, el filo más numeroso del reino animal.
Con la ayuda de linternas y rodilleras, examinaron los recovecos de 50 hogares urbanos en Raleigh, Carolina del Norte (EE UU) y determinaron que el entorno ecológico y socioeconómico de las viviendas eran los factores más determinantes en la diversidad de insectos.
Las viviendas de los barrios ricos albergan una mayor diversidad de vegetación que permite una biodiversidad mayor de artrópodos, tanto en el exterior como en el interior de los hogares. Los parques, jardines comunitarios y la vegetación exuberante de los hogares hacen que incluso en las casas vecinas sin una importante cobertura vegetal reinen insectos de una gran cantidad de especies distintas.
No se asuste
En una casa donde el ingreso promedio anual es de unos 33.000 dólares existen hasta 74 familias de artrópodos, mientras que en los hogares con ingresos mayores a 176.000 dólares encontraron más de 105 familias de insectos.
Un error común es creer que la mayoría de estas especies son plagas. “Se gastan miles de millones de dólares al año en el control de cucarachas, garrapatas y termitas, y pasan por alto la existencia de otros muchos insectos que cohabitan en los hogares”, expone Misha Leong, autor principal e investigador posdoctoral en la Academia de Ciencias de California (EE UU).
Pero no se preocupe, según los autores, los insectos que habitan en casas de barrios acomodados son menos nocivos para la salud: no suelen ser plagas y no transmiten enfermedades infecciosas.
Referencia bibliográfica:
Misha Leong et al.: “Exoskeletons and economics: indoor arthropod diversity increases in affluent neighbourhoods”. Biology Letters. 2 de agosto de 2016. http://dx.doi.org/10.1098/rsbl.2016.0322