El jurado ha distinguido en esta edición a siete científicos y científicas que han contribuido al desarrollo de algunas de las vacunas aprobadas contra el coronavirus, basadas en tecnologías novedosas como el ARN mensajero y otras estrategias.
La bioquímica húngara Katalin Karikó, el inmunólogo estadounidense Drew Weissman, los doctores alemanes Uğur Şahin y Özlem Türeci, el biólogo canadiense Derrick Rossi, la vacunóloga británica Sarah Gilbert y el bioquímico estadounidense Philip Felgnerhan han sido distinguidos con el Premio Premio Princesa de Investigación 2021. El jurado ha reconocido este año el trabajo que ha hecho posible el desarrollo de las vacunas de ARN mensajero contra el coronavirus y otras estrategias como los adenovirus.
La candidatura de estos siete investigadores ha sido propuesta por Peter Lawrence, quien obtuvo este premio en 2007, y se ha impuesto frente a un total de 48 candidaturas de 17 nacionalidades. El galardón está dotado con una escultura de Joan Miró, símbolo representativo del premio, un diploma, una insignia y la cantidad en metálico de 50 000 euros.
Según destaca la Fundación Princesa de Asturias (FPA) en un comunicado, todos los premiados, de forma independiente, han contribuido al desarrollo de alguna de las vacunas aprobadas hasta la fecha. Todas ellas, aunque basadas en diferentes estrategias, tienen la proteína S como blanco común.
“El año 2020 se inició con el arranque de una pandemia que cambió la vida cotidiana y la economía mundiales y se cerró con una demostración extraordinaria de la capacidad de la ciencia para hacer frente al problema, con las primeras vacunas contra el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la pandemia de la covid-19”, señala la fundación.
Según detalla la fundación, Philip Felgner es responsable de la tecnología que está presente en las nanopartículas lipídicas que sirven como vehículo de administración de las vacunas de ARN mensajero (ARNm) frente a la covid-19. Por su parte, Katalin Karikó, junto al inmunólogo Drew Weissman, lograron introducir pequeños cambios en la estructura del ARN y sentaron las bases para el uso de terapias de ARN.
Sus resultados sirvieron a Uğur Şahin y Özlem Türeci (BioNTech) y Derrick Rossi (Moderna) para el desarrollo de las vacunas basadas en ARNm que actualmente han sido aprobadas contra la covid-19 y cuyo uso se puede extender a diferentes áreas de la medicina como el cáncer, las enfermedades autoinmunitarias o la regeneración de tejidos.
Finalmente, Sarah Gilbert ha sido otra de las personas que han trabajado para conseguir una vacuna frente al SARS-CoV-2. Su vacuna (Oxford/AstraZeneca) está basada en un adenovirus que se utiliza como vector para introducir en las células el ADN que codifica la proteína S, estimulando así la respuesta inmunitaria.
Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según señala su reglamento, a distinguir “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos o instituciones en el ámbito internacional”.
Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de Investigación Científica y Técnica se concede a la “labor de cultivo y perfeccionamiento de la investigación, descubrimiento y/o invención en las matemáticas, la astronomía y la astrofísica, la física, la química, las ciencias de la vida, las ciencias médicas, las ciencias de la Tierra y del espacio y las ciencias tecnológicas, así como de las disciplinas correspondientes a cada uno de dichos campos y de las técnicas relacionadas con ellas”.
El pasado año, el galardón recayó en los franceses Yves Meyer y Emmanuel Candès, la belga Ingrid Daubechies y el australiano Terence Tao, los cuatro matemáticos cuyas investigaciones dieron soporte a la era digital.