Las ministras de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, y de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, han presentado hoy en la Casa de la Ciencia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Sevilla el proyecto LifeWatch, una gran infraestructura europea de investigación medioambiental cuya sede central se ubicará en la capital hispalense.
España ha logrado ser sede del proyecto LifeWatch gracias a la “excelente calidad científica” en el área de la biodiversidad del país, que atesora casi la mitad de los endemismos vegetales europeos.
Los trabajos de investigación vinculados a LifeWatch permitirán evaluar en un laboratorio virtual, a través de simuladores, el impacto del calentamiento global, del desarrollo urbanístico o de la instalación en su entorno de un núcleo industrial, sobre determinadas áreas geográficas.
Se procesará para ello la información existente sobre la flora y la fauna de un territorio y de sus condiciones ambientales asociadas, y se aprovecharán las TIC para analizar diferentes escenarios temporales e implementar las medidas medioambientales más eficaces para preservar su biodiversidad.
“Nuestro futuro desarrollo social y económico se sustenta en la biodiversidad”, ha asegurado Cristina Garmendia, ministra de Ciencia e Innovación (MICINN) durante su intervención en el acto celebrado en Sevilla esta mañana.
La infraestructura LifeWatch facilitará el uso de los bancos de datos medioambientales y sobre biodiversidad de Europa, e impulsará a la vez la creación de otros nuevos. Permitirá su conectividad, interoperabilidad y uso por científicos, gestores de medio ambiente, empresas y ciudadanos.
“Esta plataforma tecnológica tiene extraordinario valor para el avance en el conocimiento de los distintos factores relacionados con el patrimonio natural, y está llamada a convertirse en un instrumento primordial para los gestores ambientales en la toma de decisiones y el desarrollo de políticas vinculadas a la preservación de los diferentes ecosistemas, contribuyendo con ello a la lucha contra el cambio climático”, ha señalado Rosa Aguilar, ministra de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino (MARM).
LifeWatch servirá también para apoyar la toma de decisiones de los gestores ambientales y para desarrollar políticas vinculadas a la conservación de la biodiversidad.
Una inversión sobre todo española
El proyecto cuenta con un presupuesto de 220 millones de euros, financiado por diversos países de la Unión Europea, y su sede principal estará en instalaciones de la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla.
La participación ordinaria española en LifeWatch supondrá una inversión de 16,8 millones de euros en cinco años. Pero por albergar la sede administrativa y otras instalaciones, las instituciones españolas involucradas en el proyecto realizarán inversiones adicionales de 125 millones de euros. La inversión española relacionada con el proyecto se estima en más de 142 millones de euros, repartidas entre el MICINN, el MARM, el CSIC, la Junta de Andalucía y la Universidad Pablo de Olavide.
La fase preparatoria de LifeWatch, de tres años de duración, fue financiada por el 7º Programa Marco y finalizó el 31 de enero de 2011. Durante esta fase se definió la composición de la infraestructura, sus estatutos y su sistema de gobierno. En la actualidad, está en marcha la fase de construcción y los trabajos para dotarla de entidad jurídica bajo la fórmula de Consorcio de Infraestructura de Investigación Europea (ERIC). La infraestructura estará en funcionamiento en 2016.
Hasta la fecha ocho países europeos han manifestado su interés en participar en la construcción del proyecto: Suecia, Grecia, Finlandia, Hungría, Rumanía, Holanda e Italia, además de España. Las tres últimas albergarán las instalaciones comunes de la infraestructura.
España, además de ser la sede principal, administrativa y legal, contará con las instalaciones centrales relacionadas con las TIC. Holanda acogerá un centro de investigación e innovación de tecnologías de la información, e Italia alojará un centro de servicios.
LifeWatch está incluida en la hoja de ruta de infraestructuras de investigación del Foro Estratégico Europeo para las Infraestructuras de Investigación (ESFRI, por sus siglas en inglés). La sede sevillana, que se prevé que esté terminada en cinco años, será la primera sede principal de una instalación ESFRI que se construye en España.