Un grupo multidisciplinar de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid ha publicado un informe que analiza la abundancia de estudios científicos sobre ontologías y que destaca el potencial que demuestran estos recursos para la mejora de la Web.
El concepto actual de ontología surgió dentro de la Inteligencia Artificial para almacenar el conocimiento e imitar la mente humana, pero se ha usado en multitud de estudios en los que términos como “tesauro” o “taxonomía” se sustituían por “ontología” para facilitar la publicación del artículo, con la consiguiente confusión. “La necesidad que los investigadores tienen de publicar les puede haber llevado a convertirse en publicistas de su propia investigación, eligiendo palabras más impactantes que precisas”, explica uno de los investigadores, José Antonio Moreiro, del departamento de Biblioteconomía y Documentación de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). Otro factor que ha propiciado la abundancia de uso de este término ha sido “la necesidad real de que existan recursos para acumular el creciente volumen de conocimiento en todos los campos, el desarrollo de la informática y la gran capacidad de almacenamiento del hardware”, apunta otro de los autores del estudio, Jorge Morato, del departamento de Informática de la UC3M. Además, añade, también ha influido la existencia de una web heterogénea en la que interaccionan miles de usuarios que necesitan este conocimiento almacenado.Una definición complejaLa comunidad científica no se pone de acuerdo sobre qué es una ontología porque las definiciones que se proponen son muy genéricas y engloban otros conceptos o recursos ya existentes. Los autores del estudio entienden que “una ontología es una organización cognitiva que conforma un sistema de organización del conocimiento, donde el grado de representación semántica y la finalidad que se requiera plasmar condicionan los modelos y lenguajes formales que se pueden utilizar” y afirman que este concepto es fundamental para el futuro de las tecnologías.La importancia de la ontología en la ciencia en general estriba en su capacidad de almacenar el conocimiento humano de forma que pueda llegar a ser utilizado por las aplicaciones informáticas. “Cuanto mayor sea la cantidad de conocimiento almacenado y más aplicaciones informáticas puedan entender ese conocimiento, mayor potencial tendrán las aplicaciones y más próximos estaremos a una verdadera inteligencia artificial”, afirma el profesor Morato.En el proyecto “Web Semántica”, que podría ofrecer servicios de búsqueda ahora impensables en Internet, se propuso incorporar estos recursos por su potencial como sistema de organización de conocimiento. Sin embargo, “crear una ontología formal es una tarea laboriosa que consume muchos recursos, fenómeno por el que la Web Semántica es más promesa que realidad”, indica Morato. “En la práctica – continúa - otras disciplinas ya proponían unos recursos muy similares pero más sencillos de crear y muy útiles para mejorar la Web”. Durante este tiempo y de forma autónoma se evolucionó hacia lo que se ha llamado la Web 2.0, en la que se encuentran estos otros sistemas de almacenamiento del cono.
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