Expertos del Institut Cavanilles y del Departamento de Botánica de la Facultad de Ciencias en la Universidad de Valencia analizan semanalmente la presencia media de polen de las diversas especies valencianas. En marzo se agregan al espectro polínico los arces, llantenes y plátanos, mientras que a finales de este mes inician su floración las carrascas, las coscojas y los alcornoques (Quercus), y los expertos lanzan sus primeros consejos.
Los investigadores del Departamento de Botánica y del Institut Cavanilles de Biodiversitat i Biologia Evolutiva de la Universitat de València han detectado este año un incremento de la concentración de polen de pino y ciprés en la atmósfera de la ciudad de Valencia.
“Este aumento ha sido favorecido por el tiempo húmedo de este otoño e invierno, aunque también han podido influir otros factores”, explica la investigadora Begoña Tortajada. Por su parte, las temperaturas frías registradas en la capital durante los pasados seis meses, inferiores a los valores normales, podrían haber provocado un retraso en la floración de algunas especies, pero no ha sido así porque “las oscilaciones detectadas en los picos de polen han sido las habituales”, apunta la profesora Isabel Mateu. Esta información es clave porque las personas que sufren alergias al polen o polinosis disponen de previsiones para minimizar los efectos.
Los científicos de la UV mantienen una red de vigilancia del contenido polínico de la capital, financiada por el Ayuntamiento de Valencia, con el fin de aportar información a la ciudadanía sobre la calidad biológica del aire.
En consecuencia, con una periodicidad semanal y durante todo el año, ofrecen los datos relativos a la presencia media de pólenes en la ciudad. Se pueden obtener en la web www.valencia.es/polen. En el ámbito de la salud pública, “estos sistemas de información suponen una herramienta últil para hacer pronósticos primarios sobre el desarrollo de posibles enfermedades en la población”, agrega Mateu.
La aparición de los tipos de polen
En eenero, los primeros tipos polínicos que aparecen en Valencia son los cipreses, además de las ortigas y las palmeras. En febrero, también toman importancia los pinos, las moreras, los fresnos y los chopos. En marzo se agregan al espectro polínico los arces, llantenes y plátanos, mientras que a finales de este mes inician su floración las carrascas, las coscojas y los alcornoques (Quercus).
Es ahora cuando se produce la concentración máxima de plátanos, moreras o fresnos, mientras que sigue elevada la presencia de polen de cipreses, pinos y chopos. En abril crecerá significativamente la diversidad polínica de la atmósfera, ya que comienzan a florecer los olivos y otras plantas de porte bajo como los cenizos y acederas (Rumex sp). Y será en mayo cuando se producirá una mayor diversidad de tipos polínicos y número de picos de máxima concentración por la incidencia de los Quercus, las ortigas, los olivos y las gramíneas.