Hasta ahora, para la conservación y restauración de fotografías sobre papel se aplicaban los tratamientos sin tener en cuenta los efectos sobre la imagen fotografiada. Enara Artetxe Sánchez, investigadora de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) ha estudiado las fotografías coloreadas o iluminadas y les ha aplicado una técnica de restauración que no daña la imagen fotografiada.
La investigadora de la UPV/EHU Enara Artetxe Sánchez ha estudiado, en su tesis doctoral, las fotografías coloreadas o iluminadas. El trabajo, titulado Estudio de la idoneidad de ciertos tratamientos de conservación y restauración sobre papel empleados en la restauración de fotografías coloreadas, plantea que hay que conocer el contexto histórico de las fotografías antes de comenzar a tratar las fotos.
"La conservación y restauración de las fotografías es un tema muy poco estudiado. En el caso de las fotografías coloreadas o iluminadas, por ejemplo, no hay de momento ninguna metodología apropiada, puesto que no se dispone de información suficiente sobre sus características y estructura material. Todo ello dificulta la investigación de las técnicas de conservación y restauración", eexplica la investigadora.
"En la conservación y restauración de cualquier obra de arte, es imprescindible conocer la estructura material de la obra antes de intervenir en ella, para respetar la idoneidad de cualquier tratamiento o técnica", dice la experta. Por eso, Artetxe ha estudiado las propiedades y la estructura material de las fotografías coloreadas, y también ha observado los deterioros y ataques que sufren antes de aplicar tratamientos.
Antes de emprender al estudio de la idoneidad de los tratamientos, Artetxe ha analizado los efectos que producen en las fotografías coloreadas, tanto en la plata (las fotografías coloreadas pueden disponer de una imagen fotografiada de plata), como en las capas pictóricas. Además, en muchas ocasiones, sobre todo cuando la fotografía está muy coloreada o iluminada, identificar la imagen fotografiada no es una tarea fácil.
Para medir la intervención producida, la investigadora ha medido los cambios de color y densidad provocados por los tratamientos. Según Artetxe, los resultados obtenidos garantizarán tratamientos eficaces y evitarán el empleo de tratamientos inapropiados.
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