Las conclusiones aparecen en 'Plos ONE'

La vista habla: investigadores daneses pueden determinar la fecha de nacimiento de un humano examinando los ojos

Mediante el uso del método de datación por radiocarbono y proteínas especiales en el cristalino, los investigadores de la Universidad de Copenhague y Aarhus pueden establecer, con una precisión relativamente alta, la fecha de nacimiento de una persona. Este método proporciona una herramienta de gran utilidad para los forenses, que pueden utilizarlo para establecer la fecha de nacimiento de un cuerpo sin identificar.

El cristalino del ojo humano está compuesto de proteínas transparentes. La concentración de estas proteínas es tal y de forma tan particular, que se comportan como cristales, permitiendo que la luz pase por el cristalino y podamos ver. Desde el nacimiento y hasta la edad humana de 1 y 2 años, las células del ojo crean las proteínas del cristalino. Sin embargo, una vez completada esta tarea, no se produce casi ninguna modificación en el cristalino hasta el final de la vida. Este hecho puede ser utilizado en nuestro beneficio.

A través del método C-14, o de datación por radiocarbono y proteínas especiales que hay en el cristalino, científicos daneses pueden diagnosticar la fecha de nacimiento de las personas. Los descubrimientos se publicaron en PLoS ONE el pasado 30 de enero.

Una cantidad determinada de carbono (C-12) en el contenido de dióxido de carbono atmosférico contiene dos neutrones extra y se denomina carbono 14 (C-14). Este isótopo es radioactivo, pero se descompone tan despacio y de forma tan inocua en nitrógeno, que esta pequeña cantidad de carbono presente de forma natural en el entorno no es dañino para humanos, plantas ni animales.

Al mismo tiempo, el carbono es uno de los principales elementos orgánicos que entra y sale constantemente en la cadena alimenticia. Lo mismo ocurre con la pequeña cantidad de C-14 en la atmósfera. Como un organismo forma parte de la cadena alimenticia, la cantidad de C-14 en sus células permanece constante y al mismo nivel que el contenido de C-14 atmosférico. Cuando el organismo muere, sin embargo, la cantidad de C-14 se reduce muy despacio a lo largo de miles de años, transformándose en nitrógeno. Ésta es la clave del método del C-14, que los científicos utilizan para datar restos biológicos o descubrimientos arqueológicos de hasta 60.000 años atrás.

Desde el final de la Segunda Guerra Mundial y hasta finales de la década de los ‘60, las superpotencias de la Guerra Fría realizaron pruebas nucleares, detonando bombas en la atmósfera. Estas detonaciones afectaron al contenido de restos de materiales radioactivos en el aire y crearon lo que los expertos denominan “pulso del carbono 14”. Desde la primera detonación nuclear y hasta la prohibición de las pruebas nucleares, se duplicó la cantidad de C-14 presente en la atmósfera. Desde entonces, sólo se ha reducido lentamente hasta los niveles naturales.

Esta curva súbita ha dejado su impronta en la cadena alimenticia y en el cristalino del ojo, que ha absorbido una mayor cantidad de carbono mediante la alimentación. Como el cristalino permanece inmutable desde su formación, refleja el contenido del C-14 presente en la atmósfera, en el momento de su creación. Algo que ocurre poco después del nacimiento. Mediante un acelerador nuclear, los físicos de la Universidad de Aarhus pueden determinar una cantidad de hasta un miligramo de C-14 en el tejido del cristalino y calcular así el año del nacimiento.

Niels Lynnerup, del departamento de Ciencia Forense de la Universidad de Arhus desarrolló este método, junto con los departamentos de Patología Ocular, Física y Astronomía de la, Dinamarca. El científico explicó que la técnica puede tener otras muchas aplicaciones: “Tal y como han señalado otros investigadores, creemos que la datación del carbono y otras moléculas del cuerpo humano también se pueden utilizar para estudiar cuándo se generan y se regeneran ciertos tipos de tejido”.

Además, este método se puede aplicar al tejido y a las células cancerosas. El cálculo de la cantidad de C-14 presente en los tejidos podría indicar cuándo se formó el tejido canceroso y proporcionar una mayor perspectiva del estudio del cáncer.

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Referencia bibliográfica:

Lynnerup N, Kjeldsen H, Heegaard S, Jacobsen C, Heinemeier J (2008) "Radiocarbon Dating of the Human Eye Lens Crystallines Reveal Proteins without Carbon Turnover throughout Life". PLoS ONE 3(1): e1529. doi:10.1371/journal.pone.0001529

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El artículo completo en:

http://www.plosone.org/article/info%3Adoi%2F10.1371%2Fjournal.pone.0001529

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
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