Investigadores del centro Embryotools de Barcelona y de la empresa Reprogenetics UK, ubicada en la Universidad de Oxford, han finalizado los ensayos en animales de un tratamiento de reproducción asistida denominado transferencia de huso materno, que utiliza gametos de dos mujeres y un varón y se conoce el embrión de 'tres padres genéticos'. Los resultados del estudio revelan que la técnica, además de servir para evitar la transmisión de enfermedades mitocondriales, puede ser útil en el tratamiento de problemas de infertilidad.
Embryotools, con sede Parque Científico de Barcelona (PCB), ha finalizado con éxito los ensayos en modelos animales para validar una innovadora técnica de reproducción asistida denominada como transferencia de huso materno (MST, por sus siglas en inglés) y conocida popularmente como el embrión de tres padres genéticos.
Sin embargo, según explica Nuno Costa-Borges, director científico de Embryootols, esto es erróneo, ya que "aunque se necesitan gametos de un hombre y de dos mujeres diferentes (la paciente y la donante), el ADN nuclear o genómico, responsable de la gran mayoría de las características fenotípicas del futuro bebé, provendría de la madre y el padre biológico, como en un proceso normal de fecundación.
La donante, añade, "aportaría únicamente el ADN mitocondrial, el cual codifica tan solo 37 genes y representa menos del 1 % del ADN humano. Este ADN mitocondrial aportado por la donante no se transmitiría a las generaciones siguientes si el bebé resultante fuera un varón, por lo que no se considera que afecte la línea germinal”.
Embryotools lleva más de tres años trabajando en un proyecto, que cuenta con la colaboración de la Animal Facility Alliance –con sede en el PCB– y de la empresa Reprogenetics UK de la Universidad de Oxford, un referente mundial en análisis genéticos moleculares.
Aunque el objetivo inicial del estudio era evaluar la eficacia de la nueva técnica de MST para evitar la transmisión de enfermedades mitocondriales, este equipo internacional descubrió que podía ser utilizada también con éxito para solucionar problemas de infertilidad.
“Durante el transcurso del estudio, se verificó que cuando aplicábamos la técnica conseguíamos aumentar diez veces el potencial de desarrollo embrionario, es decir, la capacidad reproductiva de una cepa de ratones con un rendimiento reproductivo muy pobre”, explica Costa-Borges. “Se trata de una evidencia más del importante papel del citoplasma del óvulo, donde se localizan las mitocondrias, pero también otros orgánulos celulares y factores moleculares que hemos visto son determinantes para el desarrollo embrionario”, añade.
De izquierda a derecha, en primer plano: Jesús González, Gloria Calderón y Nuno Costa-Borges con el equipo de Embryotools y la Animal Facility Alliance del PCB-PRBB que participó en el ensayo. / PCB
Ratones sin alteraciones
Según Jesús González, veterinario supervisor en bienestar animal y responsable de proyectos de Animal Facility Alliance: “Hemos desarrollado un trabajo muy extenso para verificar y demostrar la seguridad de la técnica. Los ratones generados demostraron ser perfectamente normales y fértiles. Adicionalmente, su descendencia fue debidamente evaluada durante varias generaciones, sin que se haya observado ninguna alteración de comportamiento o de salud”.
Actualmente, muchos casos de esterilidad se atribuyen a problemas de desarrollo embrionario causados por la mala calidad de los óvulos, y habitualmente se resuelven mediante una donación de ovocitos convencional.
“Reemplazando el citoplasma de un óvulo de mala calidad por el citoplasma de un óvulo de mejor calidad con la técnica de MST, podríamos solucionar muchos de estos casos de infertilidad sin necesidad de recurrir a una donación completa de óvulo, ya que con esta técnica sólo se utilizaría el citoplasma del óvulo de la donante. Esto es un aspecto muy importante, tanto para la paciente como para las donantes”, explica Costa-Borges.
La técnica desarrollada por Embryotools abre una prometedora área de investigación en el ámbito de la reproducción asistida para ayudar también a aquellas mujeres con trastornos de fertilidad que desean tener una descendencia genéticamente relacionada con ellas, según los responsables del proyecto.
La iniciativa ha sido cofinanciada por el Fondo Europes de Desarrollo Regional de la Unión Europea, dentro del marco del Programa Operativo FEDER de Cataluña 2014-2020 y de convocatoria de la Generalitat de Cataluña.
Embryotools presentará los resultados en el próximo congreso de la American Society for Reproductive Medicine, 2017 ASRM Scientific Congress & Expo, que se celebrará del 28 de octubre al 1 de noviembre en San Antonio, Texas (Estados Unidos). El trabajo ha sido seleccionado para el Paper Prize Award y competirá con 12 finalistas.
The UK Human Fertilisation and Embryology Authority (HFEA) aprobó el 16 de diciembre del 2016, el uso de técnicas de donación o reemplazo mitocondrial para casos específicos en los que la herencia de la enfermedad pueda causar muerte o patologías graves.
Aunque el Reino Unido fue el primer país que dio luz verde al uso clínico de estas técnicas, el primer bebé del mundo concebido mediante la técnica de la transferencia de huso materno nació en México en 2016. El acontecimiento provocó una enorme polémica porque el procedimiento se realizó por el equipo de la clínica New Hope Fertility de Nueva York de manera aislada y experimental, sin la aprobación de las autoridades de los Estados Unidos. “Los embriones se crearon en Nueva York y se enviaron a México, donde se hizo la transferencia a la paciente aprovechando la falta de legislación para este tipo de técnicas en ese país”, explica Gloria Calderón, directora y cofundadora de Embryotools.
En España, la Ley 14/2006, de 26 de mayo, sobre técnicas de reproducción humana asistida no prohíbe específicamente ninguna técnica, pero establece en un anexo las prácticas autorizadas y prevé también un permiso especial para otras técnicas no contempladas. “La Transferencia de Huso Materno tiene un enorme potencial. Sin embargo, aunque ya haya nacido un niño mediante esta técnica, no deja de ser todavía un procedimiento experimental. Se tiene que seguir investigando con cuidado y sin prisas para completar todos los pasos necesarios que demuestren que es una técnica segura”, advierte Calderón.