La salud general del profesorado no universitario de Castilla y León está por encima de la media que se toma como referencia en España y, en general, este colectivo tiene una alta satisfacción con su trabajo, aunque los síntomas de estrés también son elevados.
Éstas son algunas de las conclusiones que se extraen de la tesis doctoral desarrollada por María Belén Cantón Álvarez, profesora asociada y médico en Medicina Preventiva y Salud Pública en el Hospital de Medina del Campo, que se leerá mañana viernes en la Sala de Juntas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Valladolid.
Bajo el título Evaluación de los factores de riesgo psicosocial en el personal docente no universitario de Castilla y León, el trabajo ha sido dirigido por Rafael Ceña Callejo y Plácido López Encinar, ambos profesores del Área de Medicina Preventiva de la universidad vallisoletana. Con él se abre una nueva línea de investigación, ya que como explica la autora de la tesis “no hay prácticamente nada publicado sobre esta cuestión, ya que la mayor parte de los estudios hasta ahora se han centrado en los riesgos físicos”.
Se trata además del estudio con el tamaño muestral más importante que se ha publicado sobre este tema en el mundo, según fuentes de la Institución académica, ya que se han realizado cuatro mil encuestas repartidas por todas las provincias de Castilla y León y por centros del medio urbano y rural, utilizando la metodología ISTAS 21, en la que se analiza la prevalencia de factores de riesgos para la salud de naturaleza psicosocial. Este método está validado a nivel europeo y sirve para analizar los riesgos de cualquier sector laboral.
A partir de las conclusiones obtenidas en el estudio, según explica María Belén Cantón, se puede elaborar un mapa de riesgos psicosociales en el ámbito laboral docente no universitario para establecer medidas preventivas y correctoras que ayuden a reducir el impacto negativo sobre la salud de los factores psicosociales laborales en Castilla y León.
En concreto, la tesis examina 21 factores, once positivos y diez negativos, que pueden ocasionar riesgos para la salud, causantes en muchos casos del estrés de este colectivo. Algunas de estas dimensiones analizadas son los tiempos de trabajo, la estima, la claridad de rol, el sentido del trabajo, la calidad de liderazgo, falta de influencia, la satisfacciones, el apoyo social, previsibilidad, entre otros. Una de las peor paradas ha sido el control del tiempo de trabajo, en el que se ve cómo los docentes castellano leoneses no pueden controlar la administración de su tiempo de trabajo; por el contrario, las posibilidades de desarrollo laboral adquieren una puntuación muy alta.
La mujer, en situación favorable
Por otro lado, en el estudio se detecta que el sexo es una variable, ya que las mujeres se encuentran en situaciones más favorables respecto a los hombres en cuanto al sentido del trabajo, la claridad del rol y la calidad de liderazgo. También salen más favorecidas en cuanto a la estima, ya que se consideran mejor valoradas.
Otro dato a destacar es que los docentes de los medios urbanos presentan una situación más desfavorable en cuanto a los factores de riesgo frente a sus compañeros del medio rural. Por el contrario, no existen diferencias en la exposición a estos factores de riesgo psicosocial en los profesores de la educación Infantil y Primaria y de la educación Secundaria y Bachillerato. No obstante, estos últimos se encuentran en peor situación respecto a la falta de apoyo social, calidad de liderazgo y previsibilidad.
La categoría profesional condiciona también la exposición a estos factores, ya que son los directores de los centros educativos, en general, y los de centros urbanos, en particular, quienes presentan situaciones peores. La inestabilidad de la situación laboral, sobre todo la jornada a tiempo parcial y con carácter temporal, es causa de mayor inseguridad.