La Junta de Castilla y León ha anunciado los hallazgos de osas con crías en varios puntos de la provincia de León y en un valle palentino. En concreto, el más significativo fue el de una osa acompañada de un osezno en la Montaña de Riaño, en el Parque Regional de los Picos de Europa (León).
Según fuentes institucionales "hallar una osa reproductora en el núcleo oriental leonés desmiente las opiniones que ya daban esta zona perdida a efectos reproductivos". Los servicios de vigilancia de Medio Ambiente, así como patrullas de la Fundación Oso Pardo y de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, detectaron además al menos cinco familias más en diferentes puntos de la Cordillera Cantábrica.
En concreto, los servicios de vigilancia y las patrullas alcanzaron el rastro de otras tres osas con cría en el valle palentino de Resoba, en los Ancares leoneses y en la comarca leonesa de Omaña. "Estos dos últimos casos indican una expansión del área reproductiva de la especie en Castilla y León y la consolidación de una nueva zona osera", indican fuentes de la Junta. Las patrullas de seguimiento han detectado otras dos familias más campeando por los montes de Palacios del Sil (León), así como otros ejemplares en comarcas tan diferentes como Ancares, Babia o Picos de Europa.
El censo de osas con crías de la cordillera cantábrica para el año 2008, presentado en el mes de julio pasado, ya apuntaba una consolidación en la tendencia general al alza en el conjunto de la cordillera. Los resultados avalan el buen momento reproductivo de la población occidental y confirman una tendencia demográfica positiva desde mediados de los años 90 hasta la actualidad. En el transcurso del pasado año, 19 hembras de oso pardo han criado 37 oseznos en la Cordillera Cantábrica, la segunda mejor cifra desde 1989, momento en que se iniciaron los registros. Este dato sitúa el número de ejemplares de esta especie en peligro de extinción entre los 105 y los 130 en la zona de montaña, que aglutina buena parte de las comunidades de Cantabria, Asturias, Galicia y Castilla y León. Aún es pronto para hacer un balance del año 2009, pero, apunta la Junta "los resultados hasta la fecha son alentadores".
El seguimiento
Los censos de osas con crías se realizan en la Cordillera Cantábrica a través observaciones directas, con ópticas de largo alcance, o mediante la localización de sus rastros. El seguimiento se realiza de forma coordinada por las comunidades de Castilla y León, Asturias y Cantabria, lugares donde se reparte en dos poblaciones diferenciadas el oso pardo cantábrico. Esta subespecie está considerada en peligro de extinción. Se estima que existan entre 105 y los 130 ejemplares en la actualidad.
Además de que la población osera vaya en aumento, las camadas de oseznos son actualmente más numerosas. Entre 1989 y 2004, los estudios científicos elaborados han reflejado una proporción de osas con tres crías inferior al 10 por ciento, mientras que el tamaño medio de camada se ha situado en 1’8 crías por hembra. En el periodo 2005-2008, la proporción de osas con tres crías prácticamente se ha duplicado y el tamaño medio de la camada se ha situado en dos crías por hembra. Esta variación responde tanto a factores humanos (como la eliminación de la caza furtiva), como naturales. En este sentido, los especialistas recuerdan que el otoño es la época más importante del año, ya que de una buena alimentación en esta estación depende la cría de los oseznos.