“La nanotecnología mejora el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oncológicas e infecciosas”, aseguró en la Universidad de Navarra la doctora Christine Vauthier-Holtzscherer, directora de Investigación del Centro Nacional de Investigación Científica de París (Francia). En su visita a la Facultad de Farmacia la doctora Vauthier-Holtzscherer presentó sus líneas de trabajo en este campo.
La nanotecnología es una técnica instaurada desde hace varias décadas para el estudio de materiales a nano escala y su posible indicación en distintas áreas científicas. En los últimos años este concepto ha cobrado mayor protagonismo con el desarrollo de su aplicación biomédica. “La biomedicina incorpora cada vez con más frecuencia el empleo de nanopartículas en su actividad clínica, fundamentalmente polímeros, lípidos y cristales metálicos. Estos agentes ofrecen alternativas tanto en el diagnóstico como en el tratamiento de diversas patologías”.
Desde el punto de vista diagnóstico, la nanotecnología ha demostrado su eficacia para optimizar el resultado de las técnicas de imagen. “En concreto, los nanocristales metálicos y las nanoburbujas mejoran la señal que proporciona la técnica diagnóstica in vivo. Por ello, se presentan como nuevos agentes de contraste de imagen”, comentó la doctora Vauthier-Holtzscherer.
Tratamiento
Por otro lado, la nanotecnología proporciona un papel muy importante en el abordaje terapéutico. “Muchos fármacos convencionales presentan dificultades para llegar adecuadamente al órgano afectado. El empleo de determinadas nanopartículas garantiza que la medicación alcance la zona a tratar. Su principal repercusión es que incrementa la eficacia del fármaco y, al mismo tiempo, se reduce la toxicidad en los órganos sanos”.
En la actualidad la nanotecnología se aplica en el tratamiento de diversas patologías, como las enfermedades oncológicas. “Existen algunos liposomas disponibles en el mercado, como una formulación de doxorubicina, que ofrecen una mayor eficacia y seguridad del tratamiento. Además, estamos estudiando el papel de estas técnicas en la activación del sistema inmune, y tenemos grandes esperanzas en su utilización para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. Parece que algunas nanopartículas mejoran la biodisponibilidad del fármaco en el cerebro, aunque todavía queda mucho por conocer”.
En opinión de la investigadora, “los próximos años nos permitirán enfocar nuevas estrategias terapéuticas basadas en terapia génica. No podemos administrar las moléculas sin un vehículo que las proteja y las conduzca dentro de las células. Con este tipo de herramientas podremos lograr tratamientos más específicos y eficaces para enfermedades como el cáncer o las infecciones víricas”.