Nuevas observaciones de la sonda Cassini revelan variaciones regionales en las dunas de arena de Titán, el mayor satélite de Saturno. Los datos muestran que los mayores campos durares se encuentran en las zonas bajas y ecuatoriales, además de ofrecer nuevas pistas sobre la historia climática y geológica de esta luna.
Las dunas cubren alrededor del 13% de Titán, extendiéndose a lo largo de 10 millones de km2 (un área tan grande como Canadá), pero se sitúan sobre todo en las zonas bajas y ecuatoriales de esta luna de Saturno. Así lo refleja un nuevo análisis de los datos del radar de la nave internacional Cassini (NASA, ESA, Agencia Espacial Italiana).
Aunque la forma de esas dunas es similar a la de los desiertos terrestres, como el de Namibia, las de Titán son mucho más grandes. Tienen entre uno y dos kilómetros de anchura, cientos de kilómetros de largo y unos 100 metros de altura. Además, no están formadas por silicatos, como la de la Tierra, sino de hidrocarburos sólidos que precipitan de la atmósfera. Estos compuestos se unen formando granos de dimensiones de milímetros, mediante un proceso aún poco conocido.
Con el nuevo estudio, además, se confirma que el tamaño y distribución de las dunas de Titán varían a lo largo de su superficie de Titán. La investigadora Alice Le Gall, de LATMOS-UVSQ (Francia) y NASA–JPL (EEUU), y otros colaboradores han descubierto que su tamaño está controlado por al menos dos factores, la altitud y la latitud.
Los mayores campos dunares se encuentran en las regiones bajas. En las zonas más elevadas las dunas tienden a ser más estrechas y a disponerse más espaciadamente. En el radar de Cassini la separación entre ellas se ve con más brillo, lo que indica que la cubierta de arena es más delgada. Esto sugiere que hay relativamente poca arena disponible para construir dunas en las regiones altas.
Respecto a la latitud, las dunas de esta luna están confinadas a su región ecuatorial, en una franja entre los 30°S y los 30°N. Más al norte se vuelven más estrechas, y aumenta la separación entre ellas. Le Gall y sus colegas creen que la razón está en la órbita elíptica de Saturno.
Estaciones de siete años
Titán orbita en torno a Saturno, y por tanto sus estaciones están controladas por la trayectoria del planeta en su recorrido alrededor del Sol. Como Saturno tarda unos 30 años en completar una órbita, cada una de las estaciones del satélite dura apenas algo más de siete años. La naturaleza ligeramente elíptica de la órbita de Saturno hace que el hemisferio Sur de Titán tenga veranos más cortos pero más intensos.
Como resultado, en las regiones australes se reduce la humedad del suelo debida al vapor de etano y metano. Cuanto más secos son los granos de arena, más fácilmente son transportados por el viento para formar las dunas. “La humedad del suelo probablemente aumenta cuanto más hacia el Norte, haciendo que los granos de arena sean más difíciles de mover y las dunas, por tanto, más difíciles de construir”, afirma Le Gall.
Respalda esta hipótesis el hecho de que los lagos y mares de Titán –constituidos por etano líquido y metano-, están sobre todo en el hemisferio septentrional. Esto sugiere que en el norte, donde la humedad es mayor, es más difícil que el viento transporte los granos de arena.
“Entender cómo se forman las dunas, y explicar su forma, tamaño y distribución, es muy importante para entender el clima y la geología de Titán”, dice Nicolas Altobelli, jefe científico de la misión Cassini-Huygens, de la ESA.
“Como están hechas de hidrocarburos atmosféricos congelados, las dunas podrían proporcionarnos importantes pistas sobre el ciclo de metano y etano de Titán, que aún no comprendemos bien y que es comparable, en muchos aspectos, con el ciclo del agua en la Tierra”, comenta el experto.