Investigadores del Complejo Asistencial de Salamanca y de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salamanca han encontrado polimorfismos genéticos relacionados con la hipertensión arterial resistente o refractaria, es decir, la que sufren aquellos pacientes que presentan una tensión arterial elevada a pesar de estar tomando tres o más fármacos para controlarla. El estudio realizado con pacientes de la Unidad de Hipertensión del Hospital Virgen de la Vega ya ha dado lugar a dos publicaciones científicas e indica que estos pacientes presentan determinadas variaciones genéticas con respecto al resto.
Un polimorfismo hace referencia a las diferentes formas que pueden tener un gen, es decir, variaciones en la secuencia del ADN, y esta investigación ha detectado algunos entre el grupo formado por los pacientes que no responden a los tratamientos contra la hipertensión arterial. La Unidad de Hipertensión, cuyo jefe es Ángel Sánchez, tenía controlados unos 950 pacientes en el momento del estudio. De ellos, unos 50 son hipertensos refractarios, pero además participaron en la investigación 240 pacientes controlados y otras 120 pesonas sin problemas de hipertensión como grupo de control. Los investigadores analizaron en distintos grupos diversos polimorfismos genéticos, de manera que comprobaron que no sólo existen polimorfismos relacionados con la hipertensión, sino específicamente con la hipertensión refractaria.
"Se sabe que la hipertensión tiene un componente genético que es muy importante", explica a DiCYT Ignacio Cruz González, investigador de la Unidad de Cardiología del Hospital, que ha realizado su tesis doctoral sobre este tema con la colaboración de la Unidad de Hipertensión, además de Esther Corral y Rogelio González Sarmiento (Medicina Molecular), María Sánchez Ledesma (Medicina Interna) y Cándido Martín Luengo (Cardiología). "Hay un grupo de pacientes que está tomando tres o más fármacos y pese a esto no se controla la tensión, por eso, estudiamos si tenían algún polimorfismo genético que determinase que son refractarios al tratamiento", comenta Cruz González, que ya ha publicado dos artículos científicos al respecto y prepara un tercero. Para eso, "estudiamos polimorfismos a nivel renal, de metabolismo de fármacos y a nivel del endotelio, y relacionamos algunos polimorfismos genéticos con la hipertensión arterial refractaria".
Los polimorfismos genéticos ofrecen una predisposición o resistencia a sufrir una determinada patología o, en este caso, a ser hipertenso. En el caso de la hipertensión refractaria se calcula que afecta a menos de un 5% de los hipertensos. Es decir, entre los 950 pacientes, cerca de 50 eran refractarios. "En la mayoría de las ocasiones se pensaba que el problema de los pacientes que no reaccionaban ante los fármacos era que no hacían bien el tratamiento, no perdían peso o tenían interacciones con algún otro medicamento que anulaban el efecto de los fármacos contra la hipertensión, lo que en realidad se conoce como hipertensión secundaria", señala el experto.
Este estudio sugiere que la hipertensión arterial refractaria no estaría determinada sólo por este tipo de incidencias, sino que estaría condicionada por trastornos genéticos en el aspecto renal, del endotelio o del metabolismo de fármacos. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que “ya se ha visto en la hipertensión normal que hay muchos polimorfismos genéticos implicados que interactúan con múltiples condicionantes”.
En el futuro, “si supiésemos cuáles son todos los polimorfismos genéticos que predisponen a tener hipertensión, podríamos emplear otros fármacos u otras estrategias” en grupos de riesgo”, apunta Cruz González.