La evolución de Venus fue muy rápida al principio, pero se frenó al perder sus océanos

El planeta Venus evolucionó mucho más rápido que la Tierra en las primeras etapas de la formación del Sistema Solar, pero al perder sus océanos en un periodo geológico muy corto la evolución de su superficie se ralentizó sustancialmente. Así lo consideran los científicos que analizan los datos que llegan desde la sonda europea Venus Express, según ha explicado el físico Fred Taylor, de la universidad de Oxford, durante la reciente Convención Nacional de Astronomía de la Real Sociedad Astronómica británica en Belfast (Irlanda del Norte).

La evolución de Venus fue muy rápida al principio, pero se frenó al perder sus océanos
Composicion de Venus utilizando imágenes ultravioletas e infrarrojas obtenidas de la Venus Express (Foto: ESA)

Los investigadores señalan que la pérdida de las aguas de Venus impidió tanto la evolución de los seres vivos, como el desarrollo de una tectónica de placas semejante a la de la Tierra, lo que explicaría porqué la evolución geológica y los climas de ambos planetas han sido diferentes. “Los dos pudieron tener un aspecto muy similar al principio”, afirma el profesor Taylor, "pero tenemos cada vez más pruebas de que Venus perdió la mayor parte de su agua, y nuestro planeta perdió la mayor parte del dióxido de carbono de su atmósfera".

El CO2 de la Tierra está almacenado en los minerales de la corteza terrestre, en los océanos y en los vegetales. Su liberación de vuelta a la atmósfera es motivo de preocupación en la actualidad debido al calentamiento global y al cambio climático. En Venus, sin embargo, la mayor parte del CO2 continúa en su atmósfera. Esto, unido a la elevada temperatura de su superficie frena o detiene, según los científicos, su evolución tanto geológica como biológica. Por ejemplo, la temperatura venusiana de 450 ºC “es excesivamente alta para el desarrollo de la vida tal como la conocemos”.

Taylor indica, no obstante, que lo interesante “es que la dinámica física en ambos casos es la misma, y el gran logro de la Venus Express de la Agencia Espacial Europea (ESA) es que está poniendo el comportamiento climático de ambos planetas en un marco común de conocimiento”.

La sonda Venus Express, cuya señal llega a la estación de espacio profundo de la ESA en Cebreros (Ávila), se mantendrá en funcionamiento hasta el mes de mayo de 2009, aunque los científicos que participan en el proyecto ya están trabajando para prolongar su vida útil hasta 2011. “Tenemos planes para la realizar operaciones conjuntas con la sonda japonesa Venus Climate Orbiter, que llegará en diciembre de 2010”, dice Taylor, que añade: “Juntos, podremos realizar actividades imposibles de desarrollar por separado, y así poder resolver algunos de los enigmas que todavía encierra Venus”.

Fuente: SINC
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