El Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha aprobado un informe favorable a que la central nuclear Vandellós II (Tarragona) pueda seguir operando hasta 2020. El dictamen establece diversas condiciones, como modificar el diseño del sistema de protección contra incendios y recuperar los márgenes operativos de uno de los sistemas de agua de refrigeración.
El Pleno del CSN ha remitido al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio (MITYC) un informe, aprobado el 22 de junio por unanimidad, favorable a la solicitud de renovación de autorización de explotación de la central nuclear Vandellós II (Tarragona) por un periodo adicional de diez años, entre 2010 y 2020, según informa el organismo regulador.
La decisión del pleno se basa en “el correcto funcionamiento de la central y el mantenimiento del nivel adecuado de seguridad para continuar su operación”, así como en la capacidad de la central para cumplir requisitos más exigentes que los que marca la reglamentación vigente y los indicados en la autorización del año 2000.
La evaluación favorable, concretada en 44 informes técnicos especializados, se fundamenta en el Reglamento de Instalaciones Nucleares y Radiactivas, en la información de 307 inspecciones efectuadas a la central, y en los resultados de la supervisión continua que se realiza con el "Sistema Integrado de Supervisión de Centrales" (programa de evaluación sistemática del funcionamiento de las centrales que lleva el CSN).
El Pleno recibió el informe hace un mes y desde entonces ha revisado que el titular cumple las condiciones de la autorización vigente, así como la normativa legal, las instrucciones técnicas y las revisiones de seguridad. También ha tenido en cuenta el reciente cierre del Plan de Acción de Mejora de la Gestión de la Seguridad (PAMGS) de esta central.
Dos condiciones importantes
A pesar de su visto bueno, el CSN establece 11 límites y condiciones aplicables a Vandellós II, aunque dos son “las más importantes”. La primera es que, durante la parada por recarga programada para 2012, el titular deberá implantar una modificación de diseño en el sistema de protección contra incendios para reforzar la protección de los equipos frente a inundaciones internas en el edificio de control.
La segunda es implementar, antes del final de la parada de recarga de la central de 2011, un plan de acción “para recuperar los márgenes operativos iniciales del sistema de agua de refrigeración de salvaguardias”. Así, los responsables de la central deberán presentar al CSN un informe de valoración del mismo en el plazo de tres meses tras su implementación.
El CSN también exige que el titular complete el Plan de Refuerzo Organizativo, Cultural y Técnico de la Asociación Nuclear Ascó-Vandellós (PROCURA) –que aprobó el organismo regulador en 2009- para que esté listo en 2012.
El informe incluye además 15 instrucciones técnicas complementarias, que implican acciones de mejora en la central (en experiencia operativa, comportamiento de equipos, modificaciones de la instalación, análisis de seguridad, y control de la configuración y los paneles de parada segura) y una adecuación a nuevos requisitos normativos para dispositivos como unidades de filtración, sistemas de seguridad, fuentes de suministro eléctrico, protección contra descargas atmosféricas o generadores diesel de emergencia.
En la región del polo sur de la Luna existen zonas donde nunca luce el Sol y otras donde siempre llegan sus rayos. Para que los vehículos puedan operar en esas condiciones, y con fondos de la Agencia Espacial Europea, investigadores de España y Reino Unido desarrollan sistemas que combinan paneles solares, baterías y generadores termoeléctricos de radioisótopos.
La metodología diseñada por la Universidad de Murcia y el CSIC identifica las regiones donde el sol y el viento ofrecen, conjuntamente, menos fluctuaciones en la producción de energía. A través de la sistema Climax se pueden planificar el emplazamiento y uso compartido de estas renovables para aumentar la estabilidad del suministro.
