La catedral medieval de Tusculum sale a la luz

La iglesia de la Santísima Trinidad de la ‘Rocca’ fue la sede del linaje de los condes del asentamiento italiano de Tusculum, cercano a Roma. La riqueza decorativa del templo testimonia la importancia de la iglesia para el condado tuscolano que fue destruido por Roma en 1191, debido a la enemistad que había entre ambas ciudades vecinas. Un equipo multidisciplinar e internacional, con la colaboración del CSIC ha excavado los restos de este importante edificio, que refleja el poder económico que Tusculum ostentaba.

Iglesia de la Santísima Trinidad de Tusculum. / CSIC
Excavan los restos de iglesia de la Santísima Trinidad de la ‘Rocca’ . Foto: CSIC

La iglesia de la Santísima Trinidad de la ‘Rocca’ fue la sede del linaje de los condes del asentamiento italiano de Tusculum, cercano a Roma. La riqueza decorativa del templo testimonia la importancia de la iglesia para el condado tuscolano que fue destruido por Roma en 1191, debido a la enemistad que había entre ambas ciudades vecinas. Un equipo multidisciplinar e internacional, con la colaboración del CSIC ha excavado los restos de este importante edificio, que refleja el poder económico que Tusculum ostentaba.

Tusculum fue devastada por su ciudad vecina, Roma, el 17 de abril de 1191. El sucesivo abandono de la ciudad ha permitido la conservación de sus restos que, desde 1994, están siendo estudiados en el marco de un proyecto internacional liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). En su última campaña, el equipo ha sacado a la luz los vestigios del principal templo de la ciudad, la catedral de la Rocca, dedicada a la Santísima Trinidad.

Sus restos revelan que se trataba de un edificio de 17 metros de ancho por 24 metros de largo, distribuido en tres naves y un ábside orientado hacia el este. El templo presenta una gran riqueza decorativa: capiteles, columnas de mármol, fragmentos de mosaico y opus sectile con mármoles de diferentes colores, entre otros elementos. Para la investigadora de la Escuela Española de Historia y Arqueología Leonor Peña‐Chocarro, que dirige el proyecto, “la riqueza ornamental de la iglesia, resultado de una importante inversión económica, refleja su importante papel en el territorio”.

"La actividad de Tusculum cesó tras su destrucción, lo que ha permitido preservar intacta su historia"

El templo se ubica dentro de la zona amurallada de la ciudad, donde también se han empezado a excavar recientemente los restos del palacio de los condes de Tusculum. A este linaje aristocrático pertenecieron algunos de los más importantes personajes delos siglos centrales de la Edad Media, como los tres papas que ocuparon la Cátedra de Pedro durante la primera mitad del siglo XI: Benedicto VIII, Juan XIX y Benedicto IX.

Ciudades rivales

La prosperidad de Tusculum, situada a unos 30 kilómetros de Roma, dio lugar a una rivalidad política y económica entre ellas. Tras varios intentos, Roma logró destruir y arrasar definitivamente la ciudad. La investigadora del CSIC Valeria Beolchini, que también participa en la investigación, cuenta: “Mientras que la vida en Roma continuó, la actividad de Tusculum cesó tras su destrucción, lo que ha permitido preservar intacta su historia y permite establecer paralelismos con la Roma de aquel periodo, poco conocida por las transformaciones posteriores que la ciudad sufrió a lo largo del tiempo”.

Para conocer el modo de vida económico, social y religioso, el proyecto Tusculum en época medieval: territorio, paisaje, economía y sociedad se enfoca desde un punto de vista multidisciplinar que incluye arqueólogos, arqueobiólogos, geólogos, topógrafos eingenieros. Peña‐Chocarro destaca el papel de la arqueobiología, que “está permitiendo la reconstrucción del paisaje y de la economía del territorio”.

La última campaña de investigación ha sido financiada por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y cuenta con la participación de la Universidad de Roma “La Sapienza”, la de Chieti‐Pescara y la de Módena y Reggio Emilia (todas ellas en Italia), y la Universidad de Zaragoza; así como la Sovrintendenza per i Beni Archeologici del Lazio, la XI Comunità Montana “Castelli Romani e Prenestini” y los ayuntamientos italianos del área: Frascati, Monte Porzio Catone, Montecompatri y Grottaferrata. Porúltimo, también han colaborado en el proyecto un grupo de voluntarios locales(Gruppo Archeologico Latino) y otro de estudiantes procedentes de variasuniversidades españolas e italianas.

Fuente: CSIC
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