La Red Nacional de Fundaciones Universidad-Empresa premia a los laboratorios Syva

Los laboratorios Syva han sido galardonados por la Red Nacional de Fundaciones Universidad- Empresa por destinar un 7% de sus ingresos a fomentar la I+D, tanto propia como en colaboración con otros centros de investigaciónes. La empresa, que nació en León en 1941 y que se ha especializado en el desarrollo de medicamentos de uso veterinario, fue el primer laboratorio español en disponer de una vacuna contra el serotipo 4 de la lengua azul, un mal que afecta a los rumiantes.

El departamento de I+D de Laboratorios Syva está formado por 12 investigadores.
El departamento de I+D de Laboratorios Syva está formado por 12 investigadores.

Según explica Óscar González Llamazares, director de I+D de Laboratorios Syva, a DICYT, la empresa se dedica a la investigación, desarrollo y comercialización de vacunas de uso veterinario por dos causas: "por tradición" (Syva significa 'Sueros y Vacunas', el nombre original de la compañía) y "por una cuestión práctica". "Descubrir y desarrollar una nueva molécula con propiedades farmacológicas es algo al alcance de pocas compañías en el mundo", comenta González Llamazares. "Además, en el campo de las vacunas tenemos más experiencia".

En el campo de las vacunas para animales Syva se centra en dos grandes mercados: cerdos y rumiantes. Las vacunas para cerdos más importantes son las que se dirigen contra enfermedades respiratorias, y "Syva fue el primer laboratorio en desarrollar una vacuna para la variante europea del síndrome respiratorio y reproductivo porcino", recuerda Óscar González. En rumiantes el laboratorio leonés dirige muchos de sus esfuerzos actuales a conseguir vacunas contra el virus de la lengua azul, una enfermedad que se creía inexistente en Europa pero que en los últimos años está amenazando las ganaderías de ovino y caprino, principalmente.

Vacunas 'inactivadas'

Este mal "provoca problemas muy serios no sólo por la enfermedad o muerte de los ejemplares, sino también por el trastorno en el comercio de animales vivos que genera", sostiene González. Syva fue el primer laboratorio en España en disponer de una vacuna contra el serotipo 4, dispone también de otra vacuna contra el serotipo 1 y trabaja en el desarrollo de una contra el 8. Además se trata de vacunas inactivadas, "más seguras ya que el virus no se replica". La estimulación del sistema inmune del animal se basa en la acción de las proteínas antigénicas del virus junto a un adyuvante, un compuesto químico que potencia la acción del antígeno para lograr un efecto análogo a lo que se consigue en las vacunas vivas mediante la replicación del virus.

"Cada patología tiene sus peculiaridades, pero el proceso de I+D siempre arranca de una necesidad en el mercado", explica Óscar González. "Hay que tener en cuenta que el tiempo de desarrollo de una vacuna en el marco regulado por la UE es de entre 6 y 8 años, y que se requiere una inversión que oscila entre los 4 y los 6 millones de euros. Esto condiciona mucho las elecciones sobre la investigación a realizar". Así, el I+D de Syva viene determinado por los objetivos estratégicos marcados por el Departamento de Ventas. El departamento de I+D busca en la bibliografía, hace un estudio para ver qué productos hay y localiza investigadores especializados en el tema que quieran colaborar.

14 proyectos de I+D con la Universidad de León

"El I+D de Syva se estructura en desarrollos internos y otros que realizamos en colaboración con otras entidades externas", reconoce su responsable. Syva colabora con Universidades, especialmente con la de León "por razones obvias de cercanía y tradición", pero también con otras Facultades de Veterinaria de Madrid, Barcelona, Lugo, Cáceres, Murcia o Las Palmas. También hay colaboraciones con el CSIC y el Instituto Nacional de Investigaciones Agroalimentarias (INIA), así como con centros extranjeros (Hungría, Holanda, EE.UU.). "Actualmente tenemos cinco proyectos de investigación vigentes con la Universidad de León y hemos desarrollado 14 desde el año 2000".

"Buscamos la complementariedad entre el conocimiento y los medios que tienen las Universidades y las necesidades que tenemos", sostiene González. Así, por ejemplo, además del conocimiento básico que tienen los grupos de investigación universitarios, en estos centros existen instalaciones adecuadas para realizar los ensayos de las vacunas, que "requieren de un nivel de bioseguridad muy alto", ya que, en algunos casos, son virus peligrosos para la salud animal o humana (y no se puede crear un foco de infección con la prueba), y, en otros, hay que asegurarse de que los animales se infectan con el virus escogido, no con otros.

7% en I+D

Después se plantea el proyecto de I+D, que incluye cosas tan básicas como obtener la cepa del microorganismo con el que se va a trabajar. "En el dossier que se presenta a las autoridades para que aprueben el medicamento siempre se incluyen tres aspectos", recuerda González: "calidad, seguridad y eficacia". Hay que demostrar que el medicamento es eficaz, que la vacuna no causa problemas (o que los beneficios obtenidos compensan los problemas) y que la empresa es capaz de fabricar la vacuna de forma consistente, controlada y repetitiva. El Departamento de I+D de Syva está formado por 12 personas de un total de 160 trabajadores, fundamentalmente veterinarios y biólogos. "La empresa destina entre un 6 y 7 por ciento del total de las ventas a I+D", cuantifica el investigador.

Fuente: DICYT
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