La ONG Helen Keller International, premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento

El premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en la categoría de Cooperación al Desarrollo ha sido concedido a la ONG Helen Keller International (HKI) por sus programas agrícolas para desarrollar cultivos familiares o comunales orientados a la lucha contra la malnutrición. La organización, que celebra en 2015 su centenario, actúa en la actualidad en más de 20 países de África y Asia.

La ONG Helen Keller International, premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento
Cultivos del programa de Producción Familiar de Alimentos en Burkina Faso. / Helen Keller International (HKI)

Helen Keller nació en 1880 en Alabama (EE UU). A la edad de 19 meses, una enfermedad le provocó sordera y ceguera. Con siete años quedó bajo la tutela de su maestra Anne Sullivan, quien le enseñó a leer, escribir y comunicarse. En 1904 se graduó cum laude en el Radcliffe College de Massachusetts y se convirtió en la primera persona sordociega en obtener un título universitario.

En 1915 se unió al empresario George Kessler, que había sobrevivido al hundimiento del Lusitania cuando fue torpedeado por un submarino alemán, para crear una institución de ayuda a los soldados que habían quedado ciegos en la I Guerra Mundial por efecto del gas mostaza. Así nació Helen Keller International hace 100 años.

Solo el año pasado 54 millones de niños africanos recibieron los suplementos de vitamina A que evitan la ceguera

“En los años 50 pasamos de tratar a gente ciega a intentar prevenir la ceguera, y eso hizo que nos involucráramos en la deficiencia de vitamina A, la principal causa evitable de ceguera en niños. Después, en los años 70, colaboramos en el estudio de la Facultad de Salud Pública Johns Hopkins, que demostró que la deficiencia de vitamina A está vinculada también a la mortalidad infantil, y eso nos orientó aún más a los suplementos vitamínicos. Pero queríamos un enfoque más completo, y así empezó nuestro programa de Producción Familiar de Alimentos y el enriquecimiento de alimentos con vitaminas y minerales a escala industrial”, ha explicado Kathy Spahn, presidenta de Helen Keller International.

La ONG es pionera en la distribución eficaz de estos suplementos y, como destaca el acta del jurado de los Premios Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, su trabajo con agentes locales ha hecho posible “que solo el año pasado 54 millones de niños africanos recibieran los suplementos de vitamina A” que evitan la ceguera. En la actualidad la entidad mantiene activos 180 programas en 21 países de los que se benefician alrededor de 100 millones de personas.

Mejorar la dieta, evitar el hambre

Según el acta del jurado, “el hambre y una dieta pobre reducen las funciones cognitivas, la capacidad física, la resistencia ante las enfermedades y la esperanza y calidad de vida”. El programa de Producción Familiar de Alimentos es un innovador e interdisciplinar sistema que promueve el desarrollo de una agricultura y unas prácticas nutricionales sinérgicas. “Esta aproximación es sobre todo aplicada a comunidades que tienen dificultad de acceso a mercados laborales y de alimentos”, señala el acta.

Además, destaca que Helen Keller International “goza de un amplio reconocimiento por desarrollar, contrastar y expandir programas para combatir la malnutrición, la ceguera y la discapacidad a escala global y por su esfuerzo en integrar estrategias basadas en la evidencia en los gobiernos y las comunidades locales para hacerlas sostenibles”.

Los nominadores han sido el International Food Policy Research Institute y Ángel Gil Hernández, catedrático de la Universidad de Granada y presidente de la Sociedad Española de Nutriciión. Según Spahn, “el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento nos va a dar una gran visibilidad, que es uno de los objetivos que nos habíamos propuesto para conmemorar nuestro centenario”.

La malnutrición afecta a 2.000 millones de personas en el mundo, y cada año causa la muerte de 6,6 millones de niños menores de cinco años

Luchar contra la malnutrición en el mundo

La malnutrición afecta a 2.000 millones de personas en el mundo, y cada año causa la muerte de 6,6 millones de niños menores de cinco años. El programa de Producción Familiar de Alimentos forma a las comunidades locales con dificultades de acceso al mercado laboral y de alimentos en técnicas de cultivo avanzadas y respetuosas con el medio, que conservan el suelo y las reservas de agua al tiempo que aumentan la producción y permiten obtener cosechas todo el año a base de aumentar el número de especies y rotarlas.

Estas técnicas incluyen gestión integrada de plagas, compostaje, rotación de cultivos y abono. Introduce además una selección más variada de frutas y verduras, en particular de especies ricas en micronutrientes esenciales como la vitamina A y el hierro, garantizando su disponibilidad en la dieta durante todo el año. A ello se añade la cría de aves de corral y animales pequeños de granja.

En 2012, solo en Bangladesh –donde arrancó el primer programa piloto de Producción Familiar de Alimentos en 1990– esta iniciativa alcanzaba ya a 900.000 hogares y 4,5 millones de personas. Hoy se extiende a Camboya, Indonesia, Nepal y Vietnam, y a cinco países africanos: Burkina Faso, Costa de Marfil, Mozambique, Senegal y Tanzania.

La evaluación realizada por Helen Keller International en los cuatro países asiáticos donde el programa lleva más tiempo muestra que los hogares que lo han adoptado cultivan, de media, 45 variedades, frente a las diez de los huertos tradicionales; y en ellos se han reducido significativamente los casos de anemia y de ceguera infantil. El programa incentiva a las familias al mejorar su situación no solo nutricional sino también económica.

Fuente: SINC
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