A pesar de los últimos fallos con los lanzadores de SpaceX, la Agencia Espacial Europea espera que este mes despegue su primera misión de defensa planetaria. El objetivo es analizar el impacto que tuvo la sonda DART de la NASA sobre un asteroide en un sistema binario.
Hera es una misión espacial de la Agencia Espacial Europea (ESA) que analizará los efectos que tuvo la colisión en 2022 de la nave DART (Double Asteroid Redirection Test) de la NASA sobre el asteroide Dimorphos, que orbita en torno a otro mayor, Didymos.
Esta misión forma parte de la colaboración internacional NASA-ESA llamada AIDA (Asteroid Impact & Deflection Assessment), cuyo objetivo es estudiar el desvío de asteroides como método para proteger nuestro planeta frente a posibles impactos.
La ESA es optimista sobre que Hera pueda despegar desde Cabo Cañaveral (Florida) este mes de octubre, incluso el próximo lunes 7. Confía en ello pese al último fallo en el lanzador previsto, un cohete Falcon 9 de SpaceX, que hace unos días obligó a esta compañía a paralizar sus despegues.
La ventana para el lanzamiento de Hera comienza el 7 de octubre a las 16:52 hora peninsular española (14:52 GMT) y durará hasta el día 27 del mismo mes. "La base sobre la que trabajamos en estos momentos, hasta que llegue la comunicación oficial –de SpaceX– es el día 7; estamos listos para lanzar el lunes", ha explicado en una rueda de prensa virtual Ignacio Tanco, director de vuelo de la ESA.
El pasado fin de semana la compañía de Elon Musk anunció que tras el exitoso lanzamiento de la misión tripulada Crew-9, que traerá de vuelta a la Tierra en febrero de 2025 a los dos astronautas 'atrapados' en la Estación Espacial Internacional, el cohete Falcon 9 sufrió una anomalía. La segunda etapa del lanzador se desechó en el océano como estaba programado, pero, debido a una combustión anormal, lo hizo fuera del área prevista.
Por eso, SpaceX paralizó las actividades de estos cohetes –que acumulan ya tres incidentes en los últimos meses– y anunció que se reanudarían después de estudiar y comprender mejor la causa detrás del último problema. La Administración Federal de Aviación (FAA) estadounidense tiene ahora que dar luz verde.
La ESA está, por tanto, en un "compás de espera" pero se muestra optimista acerca de que Hera pueda lanzarse dentro de la ventana de 21 días de este mes, si no, habría que esperar dos años. Para este calendario está lista, "los planes no han cambiado", ha confirmado Ian Canelli, director del proyecto Hera.
Escenario previsto para la misión Hera. / ESA
Hera es la primera misión de defensa planetaria de la ESA y realizará un estudio detallado tras el choque controlado de una nave contra uno de los asteroides del sistema binario de Didymos y Dimorphos.
Este último, con un diámetro de unos 150 metros, fue el primer objeto del sistema solar cuya órbita alrededor del cuerpo principal fue modificada -en una media hora- por la actividad humana, tras el impacto en 2022 de la misión DART de la NASA.
El objetivo ahora de Hera, que llegará a ese sistema de asteroides a finales de 2026, es reunir datos cruciales que faltan para demostrar que la desviación cinética es una técnica de defensa planetaria fiable.
Para llegar hasta su destino, la nave tendrá que realizar en 2025 una maniobra gravitacional en Marte para acelerarse y alcanzar su objetivo final, donde averiguará cómo de eficiente fue el impacto de DART, ayudará a comprender mejor la física de este choque o las propiedades internas de los asteroides, según Michael Kueppers, científico de la ESA en este proyecto.
Las observaciones de la sonda Hera se completarán con el despliegue de un par de pequeños satélites o cubesats del tamaño de una caja de zapatos: Milani registrará datos espectrales de la superficie, mientras que Juventas realizará los primeros sondeos de radar que se hayan realizado nunca en un asteroide.
Ilustración de la nave y los dos cubesats de la misión Hera, que estudiará el asteroide Dimorphos, que orbita en torno a Didymos. / ESA-Science Office
Al recabar información sobre la masa, la composición y el cráter que DART dejó en Dimorphos, los científicos podrán evaluar de la forma más completa posible la efectividad de la técnica de desviación empleada.
Los datos de Hera, bautizada en honor de la diosa griega del matrimonio, permitirán por primera vez validar o perfeccionar los modelos numéricos de impacto a escala de asteroides, dejando así lista para su uso esta técnica de defensa planetaria si en algún momento fuera necesaria para salvaguardar la Tierra.
El sistema de asteroides que analizará es prototípico de los miles que podrían suponer un riesgo de impacto contra nuestro planeta. Si colisionara un asteroide de 150 metros –conocidos como city killers (asesinos de ciudad)– podría acabar con una ciudad como Madrid, aunque no es tan grande como para afectar al país entero, según Tanco.
La nave espacial Hera, con una docena de instrumentos, ha contado con un presupuesto de 363 millones de euros. La ha construido el grupo espacial y tecnológico OHB, en Alemania, con aportaciones de 18 países europeos y Japón.
Desde España, la empresa GMV ha liderado un consorcio internacional para desarrollar el sistema de guiado, navegación y control (GNC), que incluye la parte de análisis de las operaciones de proximidad de Hera y del cubesat Juventas. En la electrónica del gravímetro GRASS de este último ha participado la compañía EMXYS.
Por su parte, SENER ha producido antenas de baja ganancia y Thales Alenia Space Spain ha diseñado subsistemas de comunicación de la misión. Todos los participantes cruzan los dedos para que pueda despegar sin problemas este mes de octubre.