La educación en inteligencia emocional en contextos online podría reducir los índices de ciberacoso. Esta es una de las principales conclusiones de un estudio entre más de 500 adolescentes que ha tenido como objetivo diseñar y validar una escala de inteligencia emocional en internet que permita actuar contra este problema.
Investigadores de la Universidad Internacional de la Rioja (UNIR) y de la Universidad de Deusto han encontrado una relación entre inteligencia emocional en internet y la cibervictimización. “Este aspecto no había sido hallado en otros estudios usando las escalas y cuestionarios habituales que evalúan el ciberacoso”, asegura Joaquín González-Cabrera, investigador del grupo de Investigación Cyberbullying-OUT de la universidad riojana.
Según González-Cabrera “los datos apuntan a una cuestión en principio lógica y coherente: a mayor nivel de inteligencia emocional en internet, menores puntuaciones en cibervictimización y ciberagresión".
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores han creado la Escala de Inteligencia Emocional en Internet y la han validado en un grupo de 535 estudiantes provenientes de tres institutos de educación secundaria, dos de ellos ubicados en el Principado de Asturias y otro en la Comunidad de Madrid.
Durante la investigación, los alumnos han respondido a 15 afirmaciones mediante una escala entre el uno (nada de acuerdo) y cinco (totalmente de acuerdo). Entre ellas frases como “normalmente sé qué siento sobre las personas con las que interactúo en internet” o “en internet, si me encuentro muy feliz u optimista intento controlarme antes de actuar”.
Las puntuaciones más bajas se encuentran en la dimensión de atención emocional online, que recoge la habilidad para percibir, valorar y expresar emociones con exactitud en internet. La dimensión de claridad emocional (habilidad para comprender emociones y el conocimiento emocional del quehacer online) es la que presenta una puntuación mayor. Sin embargo, la mayoría de los alumnos afirman que normalmente no se preocupan por entender cómo cambian sus emociones en la red y se muestran moderadamente reticentes a contar a otras personas sus emociones cuando están online.
Es importante destacar la significativa e inversa relación entre las puntuaciones de la escala y las dimensiones de cibervictimización y ciberagresión. Por ejemplo, ello indica que a más inteligencia emocional online, menos conductas de ciberagresión, insiste el autor.
Regulación emocional
De esta forma, la claridad y regulación emocional online son las dos dimensiones en las que obtienen mejores calificaciones, muy ligeramente por debajo del tres que representa estar de acuerdo. La tercera dimensión: la atención emocional online es la que ofrece un resultado más débil (2,21) más cerca del desacuerdo con la capacidad de detectar las emociones por las que van pasando en internet.
Esta investigación aporta un punto de vista genuino sobre la inteligencia emocional: “algunos autores han señalado la posibilidad de que exista un procesamiento emocional diferente entre contextos donde hay contacto físico y aquellos donde la interacción es virtual y nosotros hemos querido profundizar en esa idea”, afirma González-Cabrera.
El investigador agrega que "la prospectiva de este trabajo pasa por la realización de un programa de inteligencia emocional que trabaje de forma monográfica la gestión de las emociones en el mundo online. Ello puede ser clave para abordar problemas tan serios y complejos como el ciberacoso".
Referencia Bibliográfica:
González-Cabrera, J., Pérez-Sancho, C. y Calvete, E.. Diseño y validación de la Escala de Inteligencia Emocional en Internet para adolescentes. Behavioral Psychology/Psicología Conductual, 24(1), 93-106 (2016)