El Grupo de Bioelectrónica del Instituto I3BH de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) participa en Predict, un proyecto europeo cuyo objetivo es obtener una Plataforma avanzada de computación que ayude a predecir la cardiotoxicidad de diferentes fármacos durante la fase de desarrollo de los mismos.
Esta plataforma, constituida por programas de simulación y bases de datos, ayudará a conocer mejor diversos efectos farmacológicos en la actividad eléctrica cardiaca y permitirá diseñar fármacos más eficaces y seguros.
“Algunos fármacos tienen efectos secundarios adversos sobre el corazón, pudiendo producir arritmias y causar la muerte. Con los modelos computacionales se pretende dotar a las compañías de una herramienta que permita predecir dichos comportamientos adversos. Con los modelos podemos simular el efecto de fármacos antiarrítmicos sobre las diferentes corrientes y ver su eficacia a nivel del corazón”, apunta Javier Saiz, investigador del Grupo de Bioelectrónica del I3BH.
En el proyecto participan junto a la UPV científicos de la Universidad de Oxford y de la Universidad de Szeged, la multinacional Fujitsu y las principales empresas farmacéuticas europeas como GlaxoSmith, Novartis, La Roche, Pfizer y Astrazeneca.
Los socios del proyecto se darán cita mañana martes y el miércoles en la Ciudad Politécnica de la Innovación, parque científico de la Universidad Politécnica de Valencia, que albergará la reunión anual del Predict.
En la reunión se presentarán los últimos resultados del proyecto sobre simulaciones de fármacos que provocan una arritmia denominada “torsade de pointes” y sobre efectos de fármacos en pacientes con ciertas especificidades genéticas.
Simulación de la actividad eléctrica
En el marco de Predict, el trabajo del Grupo de Bioelectrónica del Instituto I3BH de la Politécnica de Valencia se centra en introducir el efecto de los fármacos sobre diferentes corrientes iónicas y realizar simulaciones a nivel celular y tisular. Utilizando los modelos de canales de iones, los investigadores reproducen el comportamiento eléctrico de las corrientes iónicas, simulando la actividad eléctrica desde la célula hasta el órgano completo (el corazón).
Por otro lado, este proyecto europeo busca también aumentar la eficiencia en el desarrollo de fármacos. Según apunta Saiz, el diseño y producción de fármacos es un proceso muy costoso: “A veces un fármaco demuestra su cardiotoxicidad en las últimas fases del desarrollo o cuando ya está en el mercado, por lo que tiene que ser retirado del mismo. Otras veces se retira prematuramente un fármaco que podría haber sido viable. En cualquiera de estos casos las pérdidas para las compañías son notables, de ahí la importancia del desarrollo del proyecto Predict”, concluye Javier Saiz.