El satélite Glory de la NASA, que iba a estudiar cómo el Sol y los aerosoles afectan al clima de la Tierra, desapareció el viernes pocos minutos después de que el cohete Taurus LX no pudiera ponerlo en órbita. Los responsables de la NASA, que creará una comisión para investigar las causas del accidente, piensan que la nave ha caído al Océano Pacífico.
“La misión Glory de la NASA lanzada desde la base aérea Vandenberg en California (EE UU) el viernes a las 11:09:45 (hora peninsular) no logró alcanzar la órbita”, ha anunciado la agencia espacial estadounidense el mismo día del lanzamiento.
El despegue se desarrolló según lo previsto, con la ignición de la segunda etapa del cohete Taurus XL. Sin embargo, según la telemetría, todo parece indicar que la carena, un escudo protector en la punta del cohete, no se separó como se esperaba tres minutos después del despegue. El fallo ocurrió durante el encendido del motor en la segunda etapa.
Según la NASA, probablemente la nave espacial haya caído en aguas al sur de Océano Pacífico. La agencia ha comenzado el proceso para crear una comisión de investigación para analizar las causas que provocaron este fatal desenlace.
La Misión ‘Glory’ había sido diseñada para tres años de duración, con el objetivo de estudiar las partículas atmosféricas conocidas como aerosoles que reflejan y atrapan la luz solar. Además de monitorear estas partículas, también analizaría la radiación solar para determinar los efectos del Sol en el cambio climático.
La gran mayoría de estas partículas se forman de manera natural, expulsadas a la atmósfera por los volcanes, los incendios forestales y las tormentas desérticas, pero el hombre también puede generar estos aerosoles a través de actividades como la quema de combustibles fósiles.