Investigadores de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) han estudiado el fenómeno de la coerción sexual –relaciones sociales que se establecen cuando se imponen los deseos por la fuerza –, a través de un grupo de babuinos del desierto (Papio hamadryas).
Un estudio realizado por el Grupo de Estudio del Comportamiento Animal y Humano de la UCM profundiza en el fenómeno de la coerción sexual, que requiere no sólo demostrar que la agresión del macho incrementa su eficacia biológica –en este caso, el número de óvulos que inseminará – sino también que dicha conducta supone un revés evolutivamente significativo para las expectativas reproductivas de la hembra, puesto que ésta es forzada a emparejarse con un macho que ella no ha elegido y porque reduce el ya limitado número de proyectos reproductivos en los que ésta se puede implicar.
“Nuestro estudio utiliza datos sobre abducciones de hembras en una colonia de babuinos de desierto (Papio hamadryas) alojada en el Zoo de Madrid para poner a prueba algunas hipótesis sobre la naturaleza de estos eventos que también ocurren de forma espontánea en el hábitat natural de la especie”, explica Fernando Colmenares director del Departamento de Psicobiología de la UCM y coautor del estudio publicado en la revista Behavioural Processes.
Se trata de una especie de primate de talla media, con dimorfismo sexual acusado (el macho pesa hasta un 75% más que la hembra), cuya unidad social y reproductiva básica es el harén, constituido por un macho reproductor y varias hembras sexualmente maduras, y que, a diferencia de lo que ocurre en la mayoría de las otras especies de primates (e incluso de mamíferos), en las que las hembras suelen quedarse de por vida en el grupo en el que han nacido, las hembras del babuino hamadríade son transferidas de unos harenes a otros por los machos, que recurren a una conducta agresiva conocida como “pastoreo” para hacerlo.
Las hipótesis que se evalúan en este estudio son que la conducta de pastoreo es una estrategia agresiva utilizada por el macho para condicionar a las nuevas hembras a seguirlo; que las hembras así abducidas intentan inhibir la agresión del macho mediante el espulgamiento (una forma de estimulación táctil que contribuye a calmar al macho agresor), y, por último, que esta inmigración forzada de una hembra a un nuevo harén escapa al efecto negativo de mercado –dependiente de la relación entre la oferta y la demanda- que habitualmente tiene el tamaño del harén (número de hembras residentes) sobre las posibilidades de la hembra de cultivar su vínculo con el macho y de beneficiarse de los servicios que éste puede proporcionar.
En un harén grande, los servicios que cada hembra puede proporcionar están devaluados (porque la oferta es mucho mayor que la demanda), mientras que los servicios del macho están sobrevalorados (porque la oferta es mucho menor que la demanda). Cuanto mayor es el número de hembras con las que hay que compartir los servicios del macho, mayor es la competición entre ellas.
Los resultados del estudio confirmaron las tres hipótesis
La transferencia de hembras de unas unidades sociales a otras en esta especie constituye un buen modelo para investigar la manera en la que los individuos negocian sus conflictos de intereses -por ejemplo, los términos de su relación- en un escenario muy común en muchas especies. En efecto, se trata de un escenario en el que los individuos varían en su capacidad para imponer sus deseos por la fuerza, y sus decisiones es preciso tomarlas en un contexto social adverso, porque el débil opone resistencia a la coerción y porque la competición con terceras partes se exacerba.
Referencia bibliográfica:
Polo, P., Colmenares, F., Behavioural processes in social context: Female abductions, male herding and female grooming in hamadryas baboons. Behavioural Processes (2012), doi: 10.1016/j.beproc.2012.02.004