La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) y el Centro Nacional de Supercomputación han firmado hoy el convenio por el que Barcelona acogerá la sede del Centro de Evaluación y Avisos de Tormentas de Arena y Polvo Atmosférico para Europa, Norte de África y Oriente Medio. El nuevo centro será el segundo nodo mundial, después de China, en proporcionar un programa de vigilancia continuada y de predicción de las tormentas de arena.
El polvo y la arena atmosféricos constituyen un importante factor de riesgo para el medio ambiente y la salud. Son elementos negativos para sectores como la agricultura y el transporte aéreo, pero su papel en el transporte de nutrientes minerales favorece el desarrollo de los ecosistemas marinos y de la pesca. Los climatólogos están convencidos de que el polvo y la arena representan un factor clave para comprender el cambio climático.
Por ello, el proyecto desarrollado por la Organización Meteorológica Mundial ha permitido crear el Centro de Evaluación y Avisos de Tormentas de Arena y Polvo Atmosférico para Europa, Norte de África y Oriente Medio cuya segunda sede es Barcelona para realizar una vigilancia continuada y la predicción del contenido de arena y polvo en la atmósfera. La otra sede está en Pekín (China), en la que ya está funcionando un centro de predicción en esta materia.
Concentración de la información meteorológica
El Centro de Barcelona concentrará y procesará productos de observación de estaciones terrestres y de satélites. De hecho, ya se han firmado acuerdos de cooperación con la Agencia Espacial Europea y con EUMETSAT, el consorcio europeo para la explotación de satélites meteorológicos.
El nuevo espacio concentrará también productos obtenidos a partir de modelos numéricos de predicción. Una vez procesada, esta información permitirá realizar pronósticos más precisos y a más largo plazo del contenido atmosférico de polvo y arena.
Los productos elaborados en el Centro de Barcelona permitirán una mejor evaluación de los niveles de calidad del aire en Europa. Esta información es importante, sobre todo, para los países africanos del Sahara y del Sahel, donde las tormentas de polvo y arena constituyen un grave problema sanitario, además de un importante lastre para el desarrollo de algunos sectores económicos.
En este aspecto, se ha acordado la colaboración con distintos programas de la Organización Mundial de la Salud, en particular con MERIT, un proyecto destinado a reducir los estragos que la meningitis causa cada año en el África subsahariana.
Joan Rangel i Tarrés, delegado del Gobierno en Cataluña, y Teresa Ribera, secretaria de Estado de Cambio Climático del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural, y Marino (MARM), han presidido el acto en el que han firmado el convenio el presidente de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), Ricardo García Herrera, y el director del Centro Nacional de Supercomputación, Mateo Valero.