Un equipo de investigadores ha desarrollado un nuevo índice para medir la felicidad de un país. Denominado HAIN (HAppiness INdex), se basa en cinco dimensiones: desarrollo, libertad, solidaridad, justicia y paz. La proyección de este índice para España se situaría actualmente en 0,72 sobre 1, con una ligera tendencia a la baja para los próximos años. Según el trabajo, para incrementar el nivel de felicidad actual en España, es necesario invertir más en educación, investigación y desarrollo.
Científicos de la Universitat Politècnica de València (UPV) y la Universitat de València (UV) se han basado en variables cuantitativas extraídas de diferentes bases de datos oficiales como los Informes de Desarrollo Humano de la ONU, el Banco Mundial de Datos y Eurostat entre 1989 y 2015 para medir la felicidad de España. Los resultados se publican en el Journal of Computational and Applied Mathematics.
“Actualmente, los índices de felicidad se basan en cuestionarios que responden una muestra determinada de la población. Se trata pues de valores muy subjetivos. A diferencia de ellos, nuestro índice se construye a partir de datos objetivos, estadísticas oficiales que representan a toda la población de un país”, explica Joan C. Micó, investigador del Instituto de Matemática Multidisciplinar de la UPV.
Entre sus novedades, este índice destaca también por incluir nuevas variables cuantitativas como la calidad de la educación, la migración y las exportaciones e importaciones de bienes y servicios. El índice establece un valor mínimo de 0 y un máximo de 1.
La ecuación para obtener el índice de felicidad es la media geométrica de los valores correspondientes a las cinco dimensiones: desarrollo, libertad, solidaridad, justicia y paz. Esta ecuación es dinámica, es decir, varía con el tiempo en función de todas las variables que describen esas dimensiones, como población, nacimientos, índice de alfabetización, renta per cápita, esperanza de vida, etc.
“Este índice forma parte de un modelo matemático que proporciona reglas objetivas de cómo incrementar la felicidad de una sociedad (con las variables de control) respecto a diferentes escenarios (variables exógenas)”, apunta Micó. De esta forma, además de un índice descriptivo, el trabajo de los investigadores de la UPV y la UV ofrece una herramienta de toma de decisiones sobre la mejora de la felicidad en una sociedad.
Ligera tendencia a la baja los próximos años
El nuevo índice ha sido usado para estudiar la evolución de la felicidad de la población en España. Los investigadores calibraron el modelo para el período 2004-2009, lo validaron para el período 2010-2015 y han realizado un análisis predictivo de la felicidad en España para el periodo 2016-2030.
En esta predicción, el equipo de la UPV y la UV propone diferentes escenarios económicos (expansión, recesión y tendencial del pasado), así como distintas estrategias de inversión pública en Educación, I+D+i y Seguridad. “Tomamos como referencia el gasto en estas áreas porque es donde los políticos pueden tomar sus decisiones de una forma más realista”, apunta María T. Sanz, profesora del Departament de Didàctica de la Matemàtica de la UV.
Entre sus conclusiones, destaca que, para incrementar el nivel de felicidad actual en España, es necesario invertir más en educación, investigación y desarrollo.
“Según nuestras predicciones, para 2018 este índice estaría en torno a 0,72, con tendencia a la baja (aunque ligera) en los próximos años, frente a un mínimo real que se alcanzó en 2003 de 0,69 y un máximo real de 0.735 que se alcanzó en el año 2007, previo a la crisis. No estamos pues muy alejados de Suecia, el país más feliz en 2013 con ambos índices, HAIN (0,75) y el Índice de Satisfacción de Vida Global de la ONU”, remarca Antonio Caselles, miembro de The International Academy for Systems and Cybernetics Sciences.
Comparación con otros países
“Hemos seguido las pautas establecidas por los Informes de Desarrollo Humano de la ONU para la construcción de índices de calidad, y nuestro índice se ha comparado con el Índice de Satisfacción de Vida Global que emplea la ONU, del año 2013, en trece países europeos para los que la compleja tarea de obtener todos los datos necesarios ha sido exitosa”, apunta David Soler, también investigador del Instituto de Matemática Multidisciplinar de la UPV.
España era en 2013 el tercer país más feliz de esta lista, que encabeza Suecia y cierra Portugal, mientras que, con el índice de la ONU, que solo abarca la dimensión de desarrollo, ocupa la sexta posición. Además de estos tres países, el índice incluye también a Austria, Chipre, República Checa, Francia, Islandia, Letonia, Lituania, Croacia, Eslovenia y Reino Unido.
“2013 parece muy lejano, pero era el último año para el que se disponía del Índice de Satisfacción de Vida Global de la ONU, y nuestro objetivo era comparar ambos índices para ver si existía una correlación entre ellos, una forma de “validar” nuestro índice, y sí la hay”, destaca David Soler.
De cara al futuro, los investigadores señalan que su objetivo es calcular este índice de felicidad para el mayor número posible de países del mundo, compararlos y extraer posibles conclusiones, como, por ejemplo, la relación entre la felicidad y la región geográfica, el clima, la religión, etc.
“Queremos pulir también el modelo dinámico para más países, de forma que podamos incluir más variables sociales y económicas. El objetivo final sería que HAIN pueda utilizarse para encontrar estrategias adaptadas a problemas específicos de gobernanza en cada país”, concluye Antonio Caselles.
Referencia bibliográfica:
Sanz, M.T., Caselles, A, Micó, J.C., Soler, D. "A stochastic dynamical social model involving a human happiness index". Journal of Computational and Applied Mathematics. DOI: 10.1016/j.cam.2018.02.036