En busca de las causas que unen la vejez a la apnea del sueño

Vejez, apnea del sueño e hipertensión y accidentes cardiovasculares, a simple vista son tan sólo palabras sueltas sin relación alguna pero a lo largo de los años la Ciencia ha constatado que las personas mayores padecen más apnea del sueño que los jóvenes y que a su vez la hipertensión y los accidentes cardiovasculares con mucha frecuencia merman la calidad de vida de las personas que cargan con apnea de sueño. Pero lo que aún se desconocen las causas. En este terreno trabaja Constancio González, director del Departamento de Bioquímica y Biología Molecular y Fisiología de la Facultad de Medicina de Valladolid.

El catedrático de Fisología de la facultad de Medicina de Valladolid Constancio González ha recibido el Premio Collosa.
Constancio González, director del Departamento de Bioqímica y Biología Molecular y Fisología de la Facultad de Medicina de Valladolid. Foto: DiCYT.

Y es que, si no se conoce con precisión la cadena de eventos que hace posible que una persona mayor padezca apnea y que a su vez una persona con apnea sufra hipertensión, tratar médicamente el problema se vuelve muy complicado. El doctor Constancio González, de la Universidad de Valladolid recientemente ha sido galardonado con el Premio Collosa otorgado por la Real Academia de Medicina y Cirugía de Valladolid por el trabajo Especies reactivas de oxígeno y señalización de hipoxica. Significación en el control respiratorio de la vejez.

Con la edad todas las funciones del organismo tienden a decaer, y entre ellas la respiración. Las causas aún no están del todo claras pero las consecuencias no se hacen esperar. Hay una teoría muy extendida, aunque aún no probada fehacientemente, que achaca esta realidad a que con el paso de los años se van acumulando en el organismo especies reactivas de oxígeno, lo que se conoce como radicales libres, que van dañando paulatinamente distintos tipos de moléculas de las células y las hacen perder o alterar la función para la que habían sido creadas. Si ellas no funcionan como debieran los órganos o sistemas empiezan a fallar. Con ello, la consecuencia más obvia es que las personas añosas pierden la capacidad de adaptarse a las nuevas situaciones y clínicamente la pérdida de capacidad respiratoria se traduce en una mayor frecuencia de enfermedades respiratorias, entre las que destaca la apnea del sueño.

El catedrático de Fisiología, Constancio González, lleva trabajando en el control de la respiración desde el año 1976 con la esperanza de encontrar uno de los factores que establezcan una relación de casualidad perfecta, es decir una relación de causa-efecto directa no sólo en la apnea sino en otros procesos patológicos respiratorios, como EPOC o hipertensión asociada, pues ello permitiría resolverlos terapéuticamente. Y todo ello, partiendo de la base de que aunque el envejecimiento es un factor predisponente, no todas las personas mayores padecen apnea y no todos los que tienen apnea tienen hipertensión o accidentes cardiovasculares.

En concreto, el trabajo por el que el también coordinador del Grupo CIBERES de la Universidad de Valladolid, Constancio González, ha recibido el Premio Collosa se está centrando en estudiar el control respiratorio en animales viejos, comparando a ratas de tres meses, lo que equivale a humanos de entre 12 y 15, con ratas de 24 meses, que equivale a humanos de entre 60 y 80 años.

Lo que se busca desvelar concretamente es si los músculos que dilatan las vías áreas encierran las causas que explicarían la relación entre vejez y apnea del sueño. Si todo se debe a que éstos funcionan mal, a que con la edad se alteran o si a nivel del sistema nervioso central alguno de los núcleos que controlan la respiración está alterado. Pero, hay que ser conscientes de que el Síndrome de la Apnea Obstructiva del Sueño, su nombre científico, “es un conjunto de síntomas multicausal y por tanto extremadamente difícil de estudiar”, ha aclarado.

El estudio aún está en marcha y se está desarrollando en el marco del CIBER de Enfermedades Respiratorias. El doctor Constancio González ha querido aprovechar la ocasión para “dar las gracias a Collosa por el mecenazgo de estos premios”, pues sin duda iniciativas de este tipo son un estímulo para trasladar a la sociedad los hallazgos experimentales y la experiencia de muchos años. Por otro lado, anuncia que van a empezar a estudiar el papel que juega la obesidad en la aparición de la apnea del sueño pues, al igual que ocurre con la vejez, uno lleva con frecuencia al otro, pero aún se desconoce el porqué.

La persona que padece Apnea Obstructiva del sueño presenta una regulación alterada o una desregulación de la actividad muscular que permite que el aire entre en los pulmones durante la inspiración. Para que el aire penetre sin resistencias, las vías aéreas han de dilatarse; una condición que se complica en presencia de este problema. Como consecuencia de la desregulación, las vías aéreas se obstruyen periódicamente durante el sueño, de hecho la respiración puede llegar a cesar hasta cuarenta veces por hora, por lo que es muy frecuente que las personas con apnea sufran episodios de hipoxemia. Y todo, porque al no entrar aire rico en oxígeno en los pulmones, la sangre acaba albergando también un bajo contenido de oxígeno en sangre.

Fuente: DiCYT
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