¿Cómo medir con un método científico la inteligencia de un ser humano, un animal, una máquina o un extraterrestre? De momento no se ha conseguido, pero un equipo de investigadores españoles y australianos ha dado un primer paso al presentar en la revista Artificial Intelligence los fundamentos en los que se debe basar este método, además de avanzar un nuevo test de inteligencia.
“Hemos desarrollado un test de inteligencia ‘anytime’, es decir, que se puede interrumpir ‘en cualquier momento’, pero de tal forma que cuanto más tiempo se dispone para realizarlo, mayor aproximación a la inteligencia del sujeto se consigue”, explica a SINC José Hernández-Orallo, investigador de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
Este es solo uno de los múltiples condicionantes del test de inteligencia universal. “Los otros son que se pueda aplicar a cualquier sujeto –biológico o no–, en todo momento de su desarrollo (niño o adulto, por ejemplo), para cualquier sistema de ahora o del futuro, y con cualquier nivel de inteligencia o nivel de velocidad”, apunta Hernández-Orallo.
El investigador, junto a su colega David L. Dowe de la Universidad Monash en Clayton (Australia), plantean el uso de conceptos matemáticos y computacionales para poder englobar todas estas condiciones. El estudio se publica en la revista Artificial Intelligence y forma parte del proyecto “Anytime Universal Intelligence”, en el que participan otros científicos de la UPV y la Universidad Complutense de Madrid.
En concreto, los autores se basan en ejercicios interactivos en entornos cuya dificultad se estima calculando la denominada ‘complejidad Kolmogorov’ (miden la cantidad de recursos computacionales que se necesitan para describir un objeto o una información). Esto los hace diferentes a los tests psicométricos y de inteligencia artificial (test de Turing) tradicionales.
Uso en inteligencia artificial
La aplicación más directa de este trabajo es en el campo de la inteligencia artificial. Hasta ahora no existe una forma de comprobar si los sistemas actuales son más inteligentes que los de hace 20 años, “pero la existencia de tests con estas características puede permitir una evaluación sistemática del progreso en esta disciplina”, destaca Hernández-Orallo.
Y lo que es “más importante”: no se disponía de una teoría y unas herramientas para evaluar y comparar los sistemas inteligentes futuros que puedan demostrar una inteligencia por encima de la humana.
Las implicaciones de un test de inteligencia universal afectan, además, a muchas otras disciplinas. Puede tener un impacto importante en la mayoría de las ciencias cognitivas, ya que cualquier disciplina depende en gran medida de las técnicas y sistemas de medida que se emplean en ella y de la base matemática que tiene detrás.
“La evaluación de la inteligencia, sea humana, animal no humana, artificial o extraterrestre, de una manera universal y unificada, no ha sido planteada hasta ahora desde un punto de vista científico; y éste es un primer paso”, concluye el investigador.
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Prototipo de test. Imagen: Hernández-Orallo et al.
El test consiste en una serie de entornos interactivos en los que el agente o sistema a evaluar (sea un ser humano, un animal no humano o una máquina) recibe información sobre el entorno y realiza unas acciones, tras las cuales recibe unas recompensas. En este sentido, los tests son similares, en cierto modo, a los tests que se realizan en psicología comparada con animales o con niños pre-verbales, donde se funciona con recompensas, ya que no se puede utilizar otro tipo de instrucciones (por ejemplo, verbales) o condicionamiento para conseguir que el sujeto haga lo que se espera de él en el test. Aunque el test es el mismo independientemente del sistema o agente evaluado, el interfaz ha de adaptarse a cada tipo de sujeto, en especial la manera de presentar la configuración de la información sobre el entorno, los accionadores y las recompensas. En la figura se muestra un prototipo (en desarrollo) del interfaz para humanos y un entorno de complejidad intermedia. El equipo del proyecto trabaja en la implementación de prototipos de los tests y en la aplicación a algoritmos y sistemas de inteligencia artificial (sobre todo del área del aprendizaje por refuerzo), a humanos (adultos o niños) y, quizá en el futuro, a otros primates superiores.
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Referencia bibliográfica:
José Hernández-Orallo y David L. Dowe. “Measuring Universal Intelligence: Towards an Anytime Intelligence Test”. Artificial Intelligence 174(18): 1508–1539, diciembre de 2010. DOI: 10.1016/j.artint.2010.09.006.
El proyecto Anytime Universal Intelligence está financiado bajo el programa Explora-Ingenio del Ministerio de Ciencia e Innovación. Además de los dos autores citados, también participan María-Victoria Hernández-Lloreda de la Universidad Complutense de Madrid, y Sergio España-Cubillo y Javier Insa-Cabrera de la Universidad Politécnica de Valencia.
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