A las 6:15 de la mañana de hoy, el volcán de la costa este de Sicilia ha empezado a emitir ceniza y lava por el cráter sureste, el más jóven y activo. Aunque el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología del país ha emitido una alerta para el vuelo, por el momento no afecta al funcionamiento del aeropuerto internacional de Catania.
El volcán Etna, en la isla italiana de Sicilia, ha experimentado hoy una nueva erupción en su cráter sureste, con emisión de cenizas y lava, mientras va en aumento la amplitud de los temblores volcánicos, según informó el Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología italiano (INGV) a través de EFE.
La actividad volcánica comenzó alrededor de las 6:15 horas locales con una emisión de cenizas y, 40 minutos después, se observó la reanudación de la actividad estromboliana en el cráter sureste, el más activo en las últimas erupciones del Etna.
La nube eruptiva producida por la actividad actual ha alcanzado una altura de 9 kilómetros, siendo visible desde las localidades de Catania y Taormina. Según el modelo de previsión, la nube se disipa en dirección este-noreste.
Además, el INGV ha constatado la existencia de una fuente de lava en curso, con un modesto desbordamiento desde el cráter sureste que se dirige hacia el suroeste.
Mientras, "continúa el aumento de la amplitud media de los temblores volcánicos, con tendencia a seguir aumentando, cuyo inicio coincidió con el comienzo de la actividad infrasónica", explicó el INGV en una nota.
El centro de la fuente del temblor se encuentra en la zona del cráter sureste a una altura de aproximadamente entre 2.900 y 3.000 metros sobre el nivel del mar. Aunque el INGV ha emitido una alerta para el vuelo, por el momento la actividad actual del volcán no afecta al funcionamiento del aeropuerto internacional de Catania.
Según informó el Instituto el pasado 10 de agosto, las últimas erupciones en el cráter sureste han llevado al Etna a aumentar su altitud en 33 metros, y ahora su nueva cumbre se sitúa a 3.357 metros sobre el nivel del mar.
Las capas de lava y material piroclástico expulsados en las frecuentes erupciones se han acumulado en el cono del cráter sureste, el más joven y activo, y han ido transformando su morfología desde el 16 de febrero, cuando se produjo el primer episodio del 2021.
Desde 1980, el cráter noreste estaba considerado el más alto del volcán siciliano, con 3.324 metros, que llegaron a alcanzar una cota máxima de 3.350 metros en 1981, antes de que sus bordes se fueran erosionando.