El año pasado se localizó a ‘Oumuamua, el primer objeto llegado desde fuera del sistema solar. En principio los astrónomos habían consensuado que se trataba de una nueva clase de asteroide, pero ahora un equipo europeo ha detectado una aceleración no gravitacional en su trayectoria, característica propia de los cometas.
El 19 de octubre de 2017 se descubrió desde el Observatorio Haleakala, en Hawái (EE UU), un extraño objeto con forma de cigarro al que los astrónomos bautizaron con el nombre de ‘Oumuamua.
Esta palabra hawaiana hace referencia a un explorador, un pionero, un mensajero que viene de lejos y llega el primero. Y en verdad hace honor a su nombre, ya que se trata del primer visitante conocido llegado desde fuera del sistema solar.
Este cuerpo interestelar ha abierto un intenso debate entre los expertos. Primero se clasificó como un cometa, luego como un asteroide y, últimamente, dentro de este último grupo, como una nueva clase de ‘objetos interestelares’.
'Oumuamua tiene un aspecto inusualmente alargado, mide unos 800 metros de longitud, es de un color rojo oscuro, su origen es desconocido y se desplaza sin ataduras por un camino hiperbólico a través del sistema solar.
Aunque su superficie se asemeja al núcleo de un cometa, no parece tener su característica ‘coma’, una especie de ‘atmósfera’ de gas y polvo que envuelve los gélidos núcleos rocosos de estos objetos. La coma se forma cuando los cometas se derriten ligeramente, liberando gases, al pasar cerca de una estrella como el Sol.
Este el motivo por el que los astrónomos reclasificaron a 'Oumuamua como un asteroide interestelar, pero ahora un equipo de científicos europeos liderados por Marco Micheli del Centro de Coordinación de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO) que tiene la Agencia Espacial Europea en Italia, vuelven a decir que es un cometa. El estudio se presenta esta semana en la revista Nature.
Micheli y sus colegas analizaron el movimiento de 'Oumuamua con telescopios terrestres, como el Very Large Telescope del Observatorio Europeo Austral (ESO), y espaciales, como el Hubble, y se dieron cuenta que el objeto se mueve más rápido de lo esperado a medida que se aleja del sistema solar. Los investigadores asumen que la expulsión de material de su superficie debida al calentamiento del Sol es la responsable de este comportamiento.
Los resultados muestran que el arco a lo largo del cual viaja este objeto no puede explicarse únicamente por la atracción gravitatoria de nuestra estrella, los planetas y los grandes asteroides.
En su lugar, han descubierto que parte de la aceleración, que predominantemente se dirige lejos del Sol (no hacia él), debe ser de naturaleza no gravitatoria. Este movimiento es, por tanto, consistente con el comportamiento de los cometas, que pueden ser propulsados por el gas que liberan ellos mismos.
A partir de sus modelos, los autores también han podido descartar otras posibles explicaciones para el movimiento no gravitacional, incluida la presión de la radiación solar o su interacción magnética con el viento solar.
El nuevo estudio rompe el cierto consenso al que habían llegado los astrónomos sobre el ‘asteroide’ 'Oumuamua, que pasa de nuevo a ser el cometa 'Oumuamua.
Órbita de 'Oumuamua a través del sistema solar. Superó la distancia de la órbita de Júpiter en mayo de 2018 y pasará la órbita de Saturno en enero de 2019. Llegará a una distancia correspondiente a la órbita de Urano en agosto de 2020 y a la de Neptuno a finales de junio de 2024. A finales de 2025 'Oumuamua alcanzará el borde exterior del Cinturón de Kuiper y luego la heliopausa (el borde del sistema solar) en noviembre de 2038. / ESA
Referencia bibliográfica:
Marco Micheli et al. “Non-gravitational acceleration in the trajectory of 1I/2017 U1 (‘Oumuamua)”. Nature, 27 de junio de 2018.