El científico Manuel Vázquez, del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC), es el investigador número 1.000 que utiliza las instalaciones de ALBA, el laboratorio de luz de sincrotrón situado en Cerdanyola del Vallés (Barcelona). En este caso, la luz servirá para analizar nanohilos magnéticos.
Desde la llegada del primer usuario oficial en mayo de 2012, el Sincrotrón ALBA ha recibido un total de 1.000 investigadores para llevar a cabo experimentos en sus líneas de luz. La mayoría vienen de instituciones españolas (76%), seguido por otros países europeos (22,5 %) e incluso de otros países del mundo (1,5%).
El investigador número 1.000, Manuel Vázquez, acompañado de sus colaboradores del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC) y de la Universidad de Barcelona (UB) estudiaran las propiedades magnéticas de nanohilos para determinar la configuración de su espín.
El experimento se realiza en la línea de luz CIRCE, dedicada a la fotoemisión. El resultado de esta investigación puede tener impacto en el procesamiento y almacenaje de información, aumentando la capacidad de memorias magnéticas, por ejemplo.
Para los responsables del Sincrotrón ALBA, "llegar al usuario 1.000 significa que la instalación está funcionando correctamente, cumpliendo las expectativas previstas", según Caterina Biscari, directora del ALBA.