El permafrost (capa de hielo permanentemente congelado en los niveles superficiales del suelo) de las regiones muy frías de las tierras bajas del norte de Suecia se está descongelando. Los veranos más cálidos y el aumento de las precipitaciones invernales son dos de las razones que describe una tesis que se presentará el próximo 26 de febrero en la Universidad de Lund (Suecia).
El 25% de toda la superficie terrestre del hemisferio norte está sustentada por el permafrost, que es un tipo de suelo que permanece congelado al menos durante dos años seguidos y que es habitual en el Círculo Ártico. Desde hace varios años, la geógrafa física Margareta Johansson de la Universidad de Lund ha estudiado el permafrost de las tierras bajas en cenagales de turba cercanos a Abisko.
Una de las principales conclusiones del estudio es que, en esta zona, el permafrost está a punto de desaparecer. Según Johansson, el cambio climático es el responsable de este fenómeno. “En uno de los sitios que estamos estudiando, el permafrost ha desaparecido completamente de la mayor parte del cenagal a lo largo de la última década”, ha afirmado la investigadora.
En las zonas donde el permafrost se está descongelando, el suelo se vuelve inestable y puede desplomarse. Esto puede ser un problema a nivel local y regional en áreas con ciudades e infraestructuras. El deshielo puede también provocar un aumento de las emisiones de los gases de efecto invernadero del suelo como el dióxido de carbono y el metano.
Margareta Johansson cree que probablemente el deshielo actual del permafrost continúe. “Dentro de 50 años posiblemente no habrá permafrost en las tierras bajas de Abisko”, ha añadido la geógrafa sueca. “Dada la situación actual del clima, es probable que los cambios observados en el permafrost del área de Abisko se produzcan también en otras zonas, por lo que mi estudio puede ser la base para estudios en otras áreas geográficas en peligro”, ha señalado.
Deshielo por dos zonas
La investigación muestra que el permafrost del área de Abisko se está descongelando desde arriba y desde abajo. Desde arriba se está descongelando fundamentalmente porque los veranos son más calurosos y porque la nieve que lo cubre es más espesa en invierno. Con una capa de nieve más gruesa que actúa como una manta aislante, el suelo no se enfría tanto como se enfriaría debajo una capa más fina.
Desde abajo, se descongela probablemente por una mayor movilidad de las aguas subterráneas producida por el aumento de la lluvia y la nieve. Johansson explica que “la precipitación anual de lluvia y de nieve ha aumentado drásticamente durante la última década”. Entre 1997 y 2007, han caído anualmente un total de 362 milímetros de precipitación en Abisko, lo que representa un 20% más en comparación con la precipitación anual media entre los años 1961 y 1990.