Nuevas dataciones llevadas a cabo en el yacimiento segoviano del Abrigo del Molino indican que cuando los neandertales aún estaban en torno al Sistema Central de la península ibérica es probable que hubieran desaparecido ya de la franja cantábrica, poniendo de manifiesto un retroceso de norte a sur.
Un equipo científico de la Universidad de Colonia (Alemania), la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y el Instituto Geológico y Minero (IGME) acaban de publicar en la revista Quaternary Research un trabajo sobre las últimas dataciones y estudios geoarqueológicos realizados en el yacimiento del Abrigo del Molino (Segovia).
Los reultados evidencian las más recientes ocupaciones neandertales del centro peninsular, algo más recientes incluso que las fechas que fijan el final de los neandertales en el norte peninsular.
“Eso significa que cuando los neandertales aún estaban en torno al Sistema Central, es probable que hubieran desaparecido ya de la franja cantábrica, poniendo de manifiesto un retroceso de norte a sur”, explica David Álvarez Alonso, investigador de la UCM y coautor del trabajo.
Los datos son reveladores, ya que existe controversia entre la comunidad científica en torno al momento de la desaparición de los neandertales (en el Paleolítico medio, con la denominada cultura Musteriense) y la llegada de los primeros sapiens (en el Paleolítico superior, con la cultura Auriñaciense).
Desde la década de 1990, el debate se ha centrado en el norte de la península donde, gracias a las dataciones de carbono 14, se observó que había niveles auriñacienses (atribuidos a sapiens) muy antiguos, que en algunos casos se solapaban cronológicamente con los musterienses (atribuidos a neandertales).
“A este debate se le une la posibilidad de si realmente los neandertales y los sapiens coincidieron en el espacio geográfico, ya que sí se conoce que lo hicieron en el mismo marco temporal”, detalla el investigador, quien recuerda que durante muchos años se ha venido especulando con esta posibilidad.
“Se sabe que sapiens y neandertales coincidieron en oriente próximo, y hoy en día gracias al ADN sabemos que hubo intercambio genético, pero que este intercambio se produjo antes de la llegada de los sapiens a la península Ibérica. Por esa razón, el debate sobre la coexistencia de sapiens y neandertales en la península ha sido y es muy controvertido”, subraya.
Coexistencia entre especies
Los últimos neandertales del norte desaparecieron hace aproximadamente unos 45.000 años, según las cronologías existentes para el final del Museteriense. También se sabe que hay un Auriñaciense temprano en el Cantábrico en torno a 42-40.000 años. “Pero también existen unos niveles muy controvertidos, escasos y atribuidos a un periodo transicional denominado Chatelperroniense, cuyo autor parece que fueron los neandertales, con fechas en el cantábrico entre 45 y 40.000 años aproximadamente”, indica Álvarez Alonso.
Hace unos años, la revista Nature publicó un trabajo que sugería que los neandertales del occidente europeo (España, Francia) desaparecieron ligeramente antes de la llegada de los primeros sapiens, un modelo de avance de unos y retroceso de otros sin que llegaran a coincidir al mismo tiempo en los mismos lugares, negando así el contacto entre especies en la península.
En cambio, un reciente artículo publicado el mes pasado en Plos One, apunta a que pudo haber coexistencia entre especies a partir del análisis radiocarbónico de varios yacimientos musterienses, chatelperroniense y auriñacienses cantábricos.
“A todas luces, los neandertales fueron desapareciendo progresivamente de la península de norte a sur. Esta desaparición se produjo en el norte entre hace 45.000 y 42.000 años aproximadamente. La llegada de los sapiens parece que fue casi inmediata, pero se quedaron en la zona norte, pasando al interior y sur de la península ibérica varios miles de años después de su llegada a la península”, precisa el coautor.
De este modo, los sapiens tardaron mucho más en llegar a la zona interior y sur de la península “por lo que parece que entre los últimos neandertales del interior y los primeros sapiens hubo miles de años de vacío poblacional”, agrega.
El yacimiento del Abrigo del Molino se descubrió en 2012 y desde 2013 se está excavando a cargo de un equipo dirigido por David Álvarez Alonso, María de Andrés Herrero y Andrés Díez Herrero.
Tiene tres niveles con ocupación musteriense, realizada por grupos neandertales que lo usaron como refugio, de forma recurrente, pero de manera ocasional. Tal y como explica Álvarez Alonso, el estado de conservación es excepcional y ha permitido obtener dataciones geocronológicas por dos métodos diferentes: Carbono 14-AMS y OSL (Optically Stimulated Luminiscence).
En 2014, comenzó a colaborar con estos investigadores un equipo de la Universidad de Colonia y el Museo Neandertal. Las dataciones realizadas por esta institución han permitido acotar la cronología de las distintas ocupaciones humanas neandertales del Abrigo del Molino y fijar un rango cronológico para las últimas ocupaciones humanas entre 45.000 y 41.000 años de antigüedad. Así, el Abrigo del Molino contiene una de las evidencias cronológicas más tardías para el Musteriense de la península Ibérica, es decir, para los últimos neandertales del occidente de Europa.
Referencia bibliográfica:
Kehl, M., Álvarez-Alonso, D., de Andrés-Herrero, M., Díez-Herrero, A., Klasen, N., Rethemeyer, J., & Weniger, G. C. (2018). The rock shelter Abrigo del Molino (Segovia, Spain) and the timing of the late Middle Paleolithic in Central Iberia. Quaternary Research, 1-21. https://doi.org/10.1017/qua.2018.13