En los últimos años se ha extendido la idea de que el autoempleo está asociado con una mayor actividad emprendedora. Sin embargo, un estudio de la Universidad de Oviedo desmonta este mito e indica que los autónomos españoles que finalmente se convierten en emprendedores son muy pocos. Además, destaca que el efecto del trabajo por cuenta propia en la reducción del paro es escaso, debido a que la mortandad de los nuevos negocios en épocas de crisis es elevada.
Trabajar por cuenta propia se suele asociar con el espíritu emprendedor y se promueve como una forma de reducir el desempleo. Ahora, un trabajo de economistas de asturianos, publicado en Applied Economics Letters, revela que el autoempleo es, en muchas ocasiones, la única forma de seguir en el mercado laboral en España, pero que dista mucho de ser sinónimo de emprendimiento.
Según explica a Sinc Begoña Cueto, profesora de economía de la Universidad de Oviedo y autora principal, en el estudio se ha analizado la relación entre autoempleo y desempleo, incluyendo interrelaciones espaciales entre las regiones españolas. “Los resultados sugieren que el aumento del paro conduce al incremento del trabajo por cuenta propia, indicando cierto carácter de ‘empleo refugio’. Sin embargo, el autoempleo y el emprendimiento no se pueden interpretar como análogos”, destaca.
La investigadora añade que “hay autónomos que son emprendedores, pero no necesariamente todos los son. Necesitamos poder distinguir en mayor medida el colectivo de autoempleados, ya que se trata de un grupo muy heterogéneo y que, en el caso español, se concentra en áreas tradicionales como comercio y hostelería”.
España es uno de los países con mayor tasa de autoempleo en la UE, pero ello no implica una mayor innovación, precisamente por estar orientado a estos segmentos tradicionales, dice la profesora.
En el trabajo se recomienda la promoción de la iniciativa empresarial como un medio para fomentar el crecimiento, la innovación económica y el empleo, especialmente en países con elevadas tasas de paro, como es España. Pero Cueto señala que “más que la cantidad importa la calidad. No se trata de incentivar que haya más autónomos, sino apoyar a aquellos con mayor capacidad de innovación y crecimiento”.
Cierres en epoca de crisis
Por otro lado, la economista pone de relieve que los efectos del trabajo por cuenta propia en la reducción del paro son pequeños, debido a que “la mortalidad de los negocios nuevos es elevada, especialmente en momentos de crisis económica”.
Otro estudio que el equipo está a punto de publicar ha encontrado que la supervivencia en el autoempleo tras un año asciende a un 70% y que este porcentaje baja hasta el 50% y 60% en épocas de crisis. “En general, tendemos a fijarnos en el incremento de los flujos de entrada del autoempleo, pero en los últimos años también se observa un aumento de los flujos de salida, es decir, menor supervivencia de los negocios en España”.
Cueto también señala que otro resultado común en la literatura es que los desempleados que emprenden una actividad tienen menor probabilidad de supervivencia en sus nuevas actividades, lo que se asocia con la pérdida de capital humano derivado del desempleo. “Esto sugiere la necesidad de medidas de formación y asesoramiento para la puesta en marcha de negocios”, subraya.
Respecto a la diferencias entre territorios, el estudio observa menores porcentajes de autoempleo en las regiones más desarrolladas como Madrid, Barcelona y alguna provincia del País Vasco. En cambio, las mayores tasas se encuentran en provincias del noroeste. “Este patrón abunda en la idea de que el trabajo por cuenta propia es una respuesta a la falta de empleo asalariado”, dice la economista.
Referencia bibliográfica:
Begoña Cueto, Matías Mayor y Patricia Suárez. “Entrepreneurship and unemployment in Spain: a regional analysis”. Applied Economics Letters (2015).
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