El director científico del Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN), Sergio Bertolucci, ha confirmado esta semana en Madrid que la avería que mantiene parado al Gran Colisionador de Hadrones (LHC) desde el pasado 19 de septiembre ya está solucionada. Bertolucci ha informado que el LHC volverá a funcionar a mediados de noviembre, aunque no a pleno rendimiento, y que durante este invierno no detendrá su actividad.
“Hemos reparado el problema”, ha señalado Sergio Bertolucci, director científico del CERN, en relación al fallo en una de las miles de conexiones eléctricas que unen los imanes superconductores del LHC, “la mayor empresa científica que jamás ha logrado la humanidad”, inaugurada el 10 de septiembre de 2008 pero obligada a detenerse 9 días después por la avería.
Bertolucci ha participado esta semana en la XXXII Bienal de la Real Sociedad Española de Física celebrada en Ciudad Real aunque el jueves, junto a George Smoot, Premio Nobel de Física 2006, e Ignacio Cirac, director de la División Teórica del Instituto Max Planck para la Óptica Cuántica (Alemania), mantuvo una reunión con los medios en la sede de la Fundación BBVA en Madrid, donde realizó las declaraciones.
El director científico del CERN ha reconocido que la avería que mantiene parado el LHC desde el pasado 19 de septiembre se debió a la suma de varios factores (límite del presupuesto asignado, fracaso de un determinado tipo de imán, cierta precipitación en la inauguración…), y aunque está prácticamente seguro de que el mismo incidente no volverá a suceder, no descarta que pueda surgir otro distinto debido a la complejidad de la máquina.
La avería se produjo por un fallo en una de las conexiones de los imanes y el coste estimado de la reparación ha rondado los 35 millones de francos suizos (unos 23 millones de euros). “Dentro del infortunio hubo suerte de que no sucediera en otra zona del acelerador, porque habríamos tenido que parar la máquina durante tres años”, comentó.
El director científico del CERN ha confirmado que el LHC “volverá a funcionar a mediados de noviembre y no se detendrá durante el invierno”, aunque de momento no alcanzará su máxima potencia (14 TeV). “La próxima primavera valoraremos los pasos a seguir”, ha adelantado.
Bertolucci confía en que la puesta en marcha del gran colisionador “inicie un largo y emocionante viaje hacia regiones inexploradas de la Física”, especialmente hacia el descubrimiento del bosón de Higgs, “la verdadera pesadilla de todos los físicos”, una partícula predicha por el denominado Modelo Estándar y esencial para explicar el origen de la masa.
En busca de los orígenes del Universo
Los científicos también confían en que los descubrimientos del LHC arrojen luz sobre el origen del Universo, los primeros instantes tras el Big Bang, una línea de investigación que conoce bien George Smoot, otro de los ponentes de la reunión de esta semana.
“He pasado la mayor parte de mi vida buscando la imagen de la etapa inicial del Universo”, explicó Smoot, profesor de la Universidad de Berkeley y Premio Nóbel de Física 2006, que participó en el proyecto del satélite COBE de la NASA, con el que se logró medir la radiación de fondo de microondas del Universo y apoyar de forma decisiva la teoría del Big Bang.
Ahora Smoot confía en los nuevos datos que pueda aportar, “sobre el 2010”, el satélite Planck de la Agencia Espacial Europea (ESA). Este instrumento, considerado la herramienta más sofisticada jamás construida para estudiar los comienzos del Universo, analizará con una precisión sin precedentes la luz fósil originada tras la explosión del Big Bang.
“Entre el Universo y el CERN estamos en plena era de los descubrimientos, como hace 500 años lo estaban España y Portugal”, concluyó el Premio Nobel, quien coincidió con los otros ponentes en animar a las nuevas generaciones a descubrir y participar en los nuevos avances de la Física.