Un equipo del Servicio de Urología del centro barcelonés, encabezado por el Dr. Antonio Alcaraz, ha realizado con éxito la intervención a una mujer de 66 años diagnosticada de cáncer renal. La operación consistió en la extirpación de un riñón a través del orificio vaginal (nefrectomía transvaginal), asistida por laparoscopia. La novedad de este procedimiento, fruto de un intensivo trabajo en cirugía experimental, es que no deja cicatrices externas y el tiempo de recuperación es mínimo.
Es la primera intervención de este tipo que se practica en Europa, y el segundo procedimiento en todo el mundo. Gracias al trabajo del equipo experto del Hospital Clínic de Barcelona se ha podido realizar la extirpación de un riñón –afectado por un tumor maligno- a través de la vagina, lo que supone un auténtico hito en el marco de la cirugía mínimamente invasiva. La operación, que ha sido presentada esta mañana en rueda de prensa, destaca por la utilización de diversos instrumentos de tecnología punta en cirugía avanzada.
El equipo médico del Hospital Clínic que ha hecho posible, por primera vez en Europa, la extracción de un riñón por la vagina, está liderado por el Dr. Antonio Alcaraz, jefe del Servicio de Urología; la Dra. Mª José Ribal, especialista en Urología; y el Dr. Alejandro Molina, residente de Urología. También han intervenido la Dra. Concepción Monsalve, anestesióloga; la Sra. Ana Palacio, instrumentista; y el Dr. Francesc Carmona, Jefe del Servicio de Ginecología del mismo centro.
La nefrectomía transvaginal es una técnica que permite la extracción del riñón con tan sólo dos pequeñas incisiones en el abdomen de aproximadamente 1 cm cada una. Además, se realiza otra incisión que no es visible en la parte interna de la vagina, por la que se extrae el riñón. Esta innovación posibilita que la persona intervenida tenga un postoperatorio corto y con poco dolor, además de minimizar el impacto estético, ya que no deja cicatrices abdominales visibles.
Hasta ahora, los especialistas en urología del Hospital Clínic apostaban por la nefrectomía asistida por laparoscopia como técnica para el tratamiento quirúrgico de estas patologías; una revolucionaria y afianzada técnica que ha alcanzado grandes resultados en los últimos seis años y que ha permitido mejorar la atención al paciente en cuanto a dolor postoperatorio y estancia en el hospital. Sin embargo, a pesar de las citadas ventajas la laparoscopia sigue requiriendo, como en la cirugía tradicional, una incisión abdominal para extraer el riñón, dejando visible una cicatriz de 6 cm, aproximadamente.
A diferencia de la laparoscopia, con la nefrectomía transvaginal se aprovecha el orificio vaginal y se trabaja desde el canal del parto para extraer el tumor, una masa que en este caso medía 13 cm de alto, 8 cm de ancho y 5 cm de profundidad. A través de una óptica flexible de gran precisión, cedida por Olympus -que se introduce por la vagina- y de dos pequeños puertos de entrada en el abdomen –por donde se inserta el instrumental para separar el riñón-, se realiza la extirpación del órgano sin necesidad de realizar grandes incisiones.
Así, dicha técnica ha conseguido evitar las cicatrices externas y mejorar la atención al paciente, con una disminución del dolor postoperatorio y una estancia hospitalaria de apenas 48 horas. Este hito ha sido posible gracias a un intensivo programa de investigación en cirugía experimental que desarrolla el Servicio de Urología del Hospital Clínic y que ha culminado con la realización exitosa del procedimiento. Esta técnica mínimamente invasiva responde al programa NOTES (Natural Orifice Transluminal Endoscopy Surgery), un abordaje que pretende desarrollar la cirugía a través de los orificios naturales del cuerpo y por el cual está apostando el Hospital Clínic.
En concreto el centro barcelonés cuenta con dos precedentes claros de intervenciones a partir del citado programa NOTES. Recientemente, el Servicio de Cirugía Gastrointestinal del Hospital Clínic realizó con éxito dos intervenciones pioneras en España en las que se desarrollaba cirugía por las vías naturales del cuerpo. Una de ellas fue la extracción de la vesícula biliar a través de la boca, y la otra una intervención para el tratamiento del reflujo gastroesofáfico. En ninguno de los dos casos fue necesario hacer incisiones al paciente y, como ocurre con la nefrectomía transvaginal, se redujo de forma considerable la estancia en el hospital y las complicaciones.
Con el desarrollo de este tipo de cirugía, el Hospital Clínic de Barcelona se consolida como centro de referencia en la exploración de nuevos espectros de actuación para seguir avanzando en el abordaje de la cirugía guiada por la imagen. En este sentido, el programa NOTES se presenta como una auténtica revolución, cuyo único objetivo es beneficiar al paciente con la reducción del tiempo de recuperación, con el menor dolor posible y la ausencia de secuelas externas.