Por tres votos a favor y dos en contra, el Pleno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha aprobado que el Ministerio de Industria, Energía y Turismo (Minetur) pueda modificar una orden ministerial para que la central nuclear de Garoña, en Burgos, opere un año más del previsto. El cierre estaba programado para el próximo 6 de julio.
El Ministerio de Industria, Energía y Turismo (Minetur) solicitó al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) un informe en relación con la petición de Nucleonor – propietaria de la central nuclear de Garoña (Burgos)–, para modificar una orden ministerial que permita establecer “que, con anterioridad al 1 de junio de 2013, el titular pueda solicitar una renovación de la autorización de explotación por un período de un año, en el que la central se mantenga sin operar a potencia".
El Pleno del CSN ha aceptado, por tres votos a favor y dos en contra, informar favorablemente esta posibilidad. La condición es que la central esté en situación de parada segura y sin combustible en el reactor.
Para reforzar la seguridad de la planta, el CSN ha impuesto la condición de que el titular no pueda introducir combustible en el reactor, sin su autorización, en el caso de que se llegue a modificar la orden ministerial.
La decisión adoptada hoy se apoya en los informes técnicos y jurídicos, solicitados al efecto, y analizados por el CSN esta semana, así como en el resultado de las evaluaciones realizadas a principios de 2013 como consecuencia de la decisión de Nuclenor de parar la central y almacenar todo el combustible irradiado en su piscina.
La reacción de los grupos ecologistas no se ha hecho esperar. “La imagen del CSN queda profundamente desacreditada tras la votación, y la decisión favorable a la prórroga de la central de Garoña demuestra falta de independencia”, ha señalado el grupo Ecologistas en Acción.
Por su parte, Greenpeace, también “lamenta la pérdida de credibilidad del CSN obligado a una decisión política en materia de seguridad nuclear”.
En la región del polo sur de la Luna existen zonas donde nunca luce el Sol y otras donde siempre llegan sus rayos. Para que los vehículos puedan operar en esas condiciones, y con fondos de la Agencia Espacial Europea, investigadores de España y Reino Unido desarrollan sistemas que combinan paneles solares, baterías y generadores termoeléctricos de radioisótopos.
La metodología diseñada por la Universidad de Murcia y el CSIC identifica las regiones donde el sol y el viento ofrecen, conjuntamente, menos fluctuaciones en la producción de energía. A través de la sistema Climax se pueden planificar el emplazamiento y uso compartido de estas renovables para aumentar la estabilidad del suministro.
