Un estudio del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA) revela que el 81% de la población de Aragón está a favor de la utilización de energías renovables a pesar de su mayor coste. Las mujeres, los jóvenes y la población universitaria son los que se muestran más a favor de este tipo de energía y también los que prueban nuevos productos y realizan una recogida selectiva de basura mayor .
El estudio, realizado por el departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad, a través del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), en colaboración con la Caixa, indica que los ciudadanos aragoneses se muestran más a favor de la utilización de energía de origen solar y eólica (alrededor del 85% de los encuestados, en cada caso) mientras que la mayoría de los entrevistados se mantienen más indiferentes con respecto a la de origen hidroeléctrico.
Existe un consenso entre los encuestados en los beneficios ambientales y económicos de la utilización de las energías renovables así como en su mayor coste de producción.
La Unión Europea (UE) ha fijado que para el año 2020 las emisiones de gases de efecto invernadero deben reducirse un 20%, incrementando la participación de las energías renovables en el consumo energético en otro 20%. Estos objetivos suponen el cambio del patrón de consumo energético actual por un modelo sostenible en el que las energías renovables, derivadas de fuentes naturales inagotables, tomen mayor protagonismo como sustitutas de las energías fósiles convencionales (petróleo, carbón y gas).
De los análisis efectuados por la Dra. Azucena Gracia del CITA al frente de un equipo de investigación se puede obtener información útil tanto para las empresas que operan en el sector energético, como para los decisores de la política pública en el fomento del consumo de energía renovable.
Un equipo de investigadores del Instituto INGENIO (CSIC-UPV) y la Universidad de Oslo han analizado un total de 103 regiones europeas y ha concluido que aunque en general la desigualdad parece disminuir al aumentar las habilidades digitales de la población, si se analiza por grupos concretos, esta disminución solo se da entre las clases media y alta.
El crecimiento económico suele considerarse una forma segura de aumentar el bienestar de las personas en los países menos desarrollados. Sin embargo, un estudio dirigido por la Universidad Autónoma de Barcelona y la Universidad McGill de Canadá sugiere que existen buenas razones para cuestionar esta suposición.
