Suscríbete al boletín semanal

Recibe cada semana los contenidos más relevantes de la actualidad científica.

Agencia Sinc

El 67% de la población mundial seguirá sin tener acceso al agua potable en 2030

Las presiones sobre los recursos hídricos no dejan de aumentar en un mundo cada vez más desarrollado. "Las causas son el crecimiento de la población mundial y sus desplazamientos, el aumento del nivel de vida, los cambios de hábitos en la alimentación y la presión por la producción de biocarburantes". Así se desprende del III Informe de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo de los Recursos Hídricos en el Mundo presentado hoy en Nueva York (Estados Unidos).

El 67% de la población mundial seguirá sin tener acceso al agua potable en 2030
Foto: Antonio Martínez.

Dada la fuerte demanda actual de agua en constante aumento, el informe El agua en un mundo en cambio presenta la evaluación global más completa de los recursos de agua dulce del planeta realizada hasta ahora. En esta última edición se pone sobre todo de relieve el papel que este imprescindible líquido desempeña en el desarrollo y el crecimiento económico.

“Por la creciente escasez de agua, un gobierno adecuado es imprescindible para su gestión. La lucha contra la pobreza depende también de nuestra capacidad para invertir en los recursos hídricos”, ha declarado el Director General de la UNESCO, Koichiro Matsuura, que el próximo 16 de marzo presentará de manera oficial el informe en Estambul (Turquía), durante la celebración del V Foro Mundial del Agua.

El informe, que se publica cada tres años, afirma que algunos países "están llegando al límite de la explotación de sus recursos hídricos". A esto se añaden los efectos del cambio climático que agravarán la situación. Por ello, los expertos consideran que la cuestión del agua podría llegar a politizarse debido a "las rivalidades emergentes entre diferentes países, diferentes sectores de actividad, y entre zonas rurales y urbanas".

En España, el informe alerta que la mayor preocupación es el uso del agua para la irrigación de los campos agrícolas para posteriormente exportar frutas y aceite. Este uso se verá cada vez más cuestionado por el cambio climático, que limitará la disponibilidad de agua. Ante este panorama, España sólo reutiliza el 1,1% de las aguas procedentes del drenaje del agua en la agricultura y destina parte a la desalinización para su uso.

A pesar del incremento de las sequías en España desde 1960, el informe explica que el país está logrando gestionar sus recursos a través de la adaptación. Sin embargo, la UNESCO denuncia que miles de propiedades españolas, sobre todo en Andalucía, "se han creado ilegalmente junto al mar generando una contaminación incontrolada de los recursos hídricos, la degradación de los ecosistemas, una escasa protección ante las inundaciones, la expansión urbana que aumenta las tensiones hídricas, y la sobreexplotación y agotamiento del agua subterránea".

Objetivo común para 2015

En el resto del mundo, los problemas son mayores. Ante la inexistencia de servicios básicos adecuados relacionados con el agua (agua potable segura, saneamiento y producción de alimentos) en muchas regiones del mundo y si estas tendencias persisten, se prevé que en 2030 unos 5.000 millones de personas, es decir, el 67% de la población mundial, seguirán desprovistos de servicios adecuados de saneamiento.

Con estas previsiones no parece que los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), que indican que en 2015 más del 90% de la población mundial utilizará fuentes mejores de agua potable, se vayan a cumplir. Según el informe, los progresos en materia de servicios básicos de saneamiento son insuficientes para alcanzar el objetivo fijado.

África Subsahariana cuenta todavía con 340 millones de personas sin acceso a agua potable segura, y 500 millones de personas carecen de acceso a servicios de saneamiento adecuados. Esta cifra coincide con las personas más pobres, que viven con menos de 1,25 dólares al día.

La desigual situación mundial repercute en la salud de las poblaciones. El 80% de las enfermedades que azotan a los países en vía de desarrollo están relacionadas con el agua y causan la muerte prematura de unos tres millones de personas. La diarrea, por ejemplo, mata cada día en el mundo a unos 5.000 niños, uno cada 17 segundos.

El informe señala que el 10% de las enfermedades de todo el mundo se podrían evitar con la mejora del abastecimiento de agua, los servicios de saneamiento, la higiene y la gestión de los recursos hídricos.

Aumento de la demanda del agua

A esto se añade que en los últimos 50 años, las extracciones de agua dulce se han triplicado y la superficie de tierras de regadío se han duplicado debido al crecimiento demográfico. La demanda anual de agua dulce será de 64.000 millones de metros cúbicos.

En este sentido, la agricultura es el sector que más agua consume representando el 70% del consumo total de agua, mientras que el agua destinada a usos industriales y la dedicada a usos domésticos representan un 20% y un 10%, respectivamente. Si no se mejora la productividad del agua destinada a usos agrícolas, es probable que su demanda a escala mundial aumente entre un 70% y un 90% en 2050.

El aumento de la producción de alimentos (sobre todo de carne y productos lácteos), de biocombustibles, y en general de energía (cuya demanda mundial se prevé que aumente en un 55% hasta 2030) también generarán un incremento del uso del agua.

Según los autores del informe, a pesar de las posibilidades que ofrecen los biocarburantes para disminuir la dependencia de los combustibles fósiles, es probable que acaben ejerciendo una presión desmesurada sobre la biodiversidad y el medio ambiente, sobre todo, por los recursos y la tecnología que se utilizan actualmente para producirlos.

El papel del cambio climático

En 2030, el 47% de la población mundial vivirá en zonas donde la presión ejercida sobre los recursos hídricos será muy intensa. En 2020, entre 75 y 250 millones de habitantes de África sufrirán las consecuencias del incremento de las presiones ejercidas sobre los recursos hídricos a causa de la creciente deesertificación del continente y su explotación por parte de los países industrializados.

La escasez de agua en algunas regiones áridas y semiáridas del planeta podría tener importantes repercusiones en las corrientes migratorias. Según las previsiones, el número de personas que podrían verse desplazadas a causa de esa escasez oscilaría entre 24 y 700 millones.

La mejor gestión del agua sería una solución

Según el informe, para minimizar las pérdidas de agua, mejorar su gestión y reducir su demanda, existen ya políticas. Muchos países han adoptado leyes para proteger sus recursos hídricos y administrarlos con prudencia. Sin embargo, la UNESCO afirma que estas medidas todavía no han surtido efectos palpables porque, con frecuencia, se limitan exclusivamente al sector del agua, y las decisiones clave que le afectan se toman al margen del mismo.

En el caso de la cuenca mediterránea, las redes urbanas de abastecimiento y los sistemas de riego agrícolas son muy ineficaces, debido a las importantes pérdidas de agua ocasionadas por los escapes. Se ha calculado que se desperdicia el 25% del agua en las zonas urbanas y el 20% en las acequias.

Además, aunque el tratamiento de las aguas residuales aumenta la disponibilidad de agua, como es el caso de España, su uso sigue siendo limitado para uso agrícola. Otro procedimiento es la desalinización del agua del mar para usarla como agua potable, o destinarla a usos industriales.

Los autores del trabajo afirman que para que las medidas sean efectivas, "es imprescindible involucrar en ellas a responsables de muchos otros sectores como la agricultura, la energía, el comercio y la banca, porque ejercen una influencia decisiva en la gestión de los recursos hídricos". El informe destaca también la importancia de la cooperación entre los gobiernos, las empresas privadas y las organizaciones de la sociedad civil.

El estudio se ha realizado por 24 organismos y entidades de las Naciones Unidas que integran ONU-Agua, y por el encargado de coordinar su elaboración, el Programa Mundial de Evaluación de los Recursos Hídricos (WWAP).

Fuente: SINC
Derechos: Creative Commons
Artículos relacionados