El control paleontológico realizado durante las obras la construcción de una carretera de circunvalación en Sabadell, Cataluña, permitió el hallazgo de dientes fósiles de Deinotherium proavum, la mayor de las tres especies europeas de proboscidios extintos remotamente emparentados con los elefantes modernos. Su análisis revela ahora que son los más antiguos de Europa.
Los dinoterios son un grupo de proboscidios extintos remotamente emparentados con los elefantes modernos. Pero a diferencia de estos últimos, los dinoterios presentan unas defensas –lo que comúnmente llamamos “colmillos”, que en realidad son dientes incisivos– curvadas hacia atrás que salían de la mandíbula y no del maxilar. Las patas y el cuello también eran proporcionalmente más largos que en el actual elefante africano.
Entre los años 2008 y 2011, y gracias al control paleontológico realizado durante la construcción de la Ronda Oeste de Sabadell en Cataluña, los científicos recuperaron alrededor de 1.200 restos fósiles de vertebrados. Entre ellos, se excavaron 26 dientes de dinoterio de entre 9,4 y 9,1 millones de años de antigüedad y que representan la evidencia más antigua de la especie Deinotherium proavum en Europa, según revela ahora su análisis.
Hasta el momento, el resto más antiguo de esta especie se había localizado en Turquía. De las tres especies que se conocen en el continente, D. proavum es además la mayor de todas. La investigación realizada por investigadores del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) ha sido publicada en el Journal of Vertebrate Paleontology.
Algunos de los dientes fósiles analizados en el estudio. / ICP
Según el nuevo trabajo, los dientes de los dinoterios son bastante distintos a las de los elefantes. Los molares tienen dos o tres crestas transversales, parecidas a las de los tapires. Esta semejanza hizo que Georges Cuvier, naturalista francés considerado como el “padre” de la paleontología, se imaginase que pertenecían a una especie de tapir gigantesco. De hecho, Deinotherium significa “bestia terrible”.
Como en los humanos y muchos otros mamíferos, estos animales tenían todos los dientes permanentes al mismo tiempo, a diferencia de los elefantes. En su caso, los dientes salen por detrás y se desplazan hacia adelante a medida que se va desgastando.
Los dinoterios se originaron en África y posteriormente se distribuyeron por toda Europa hace unos 17 millones de años, poco después de la llegada de otros proboscideos más estrechamente relacionados con los elefantes, los llamados gonfoterios.
En África, la especie Deinotherium bozasi sobrevivió hasta hace un millón de años, y llegó a coexistir con los primeros miembros del género Homo. En Europa, durante el Mioceno había cinco especies de dinoterio pertenecientes a dos géneros distintos: Prodeinotherium y Deinotherium. En distintos yacimientos de la cuenca del Vallès-Penedès se han recuperado numerosos fósiles diferentes especies de dinoterio, incluyendo algunos esqueletos parciales.
Esqueleto parcial de 'Deinotherium giganteum' de la colección del ICP excavado en el yacimiento de Can Roqueta (Sabadell). / ICP
Referencia:
Alba, D. M., Gasamans, N., Pons-Monjo, G., Luján, À. H., Robles, J. M., Obradó, P., & Casanovas-Vilar, I. (2020). DOI: 10.1080/02724634.2020.1775624