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Agencia Sinc

Descubierto en Cataluña el fósil más antiguo de una ardilla voladora

Un equipo internacional de investigadores liderado por el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont ha encontrado en el yacimiento del Vertedero de Can Mata, en Cataluña, el primer esqueleto fósil de una ardilla voladora, de 11,6 millones de años de antigüedad. Los restos confirman que la especie era de gran tamaño (de hasta 1,6 kilos), similar a la mayoría de especies de ardillas voladoras gigantes que viven en la actualidad en el sur de Asia.

Descubierto en Cataluña el fósil más antiguo de una ardilla voladora
Recreación de Miopetaurista neogrivensis. / O. Sanisidro

En el yacimiento del Vertedero de Can Mata, un equipo internacional de científicos ha recuperado más de 80 huesos del esqueleto, incluyendo un cráneo y varios elementos de las extremidades anteriores y posteriores, de una ardilla voladora, perteneciente a la especie Miopetaurista neogrivensis. Los análisis, que se publican en la revista eLife, confirman que era planeadora y que vivió hace 11,6 millones de años.

Los huesos son tan grandes que inicialmente los científicos pensaron que habían encontrado restos de un primate

Las ardillas voladoras presentan una morfología única e inconfundible de los huesos de la muñeca, que están modificados para sujetar y desplegar el patagio,nombre que recibe la membrana de piel que utilizan para volar. Las ardillas en realidad planean utilizando esta membrana. Gracias a este sistema pueden recorrer hasta 150 metros de un árbol a otro.

Miopetaurista era una ardilla voladora de tamaño muy grande. Los investigadores estiman que debía pesar entre 1,1 y 1,6 kilos, comparable a la mayoría de especies de ardillas gigantes actuales.

"Tenemos que imaginarnos un animal de casi un metro de longitud incluyendo la larga cola y que, con las extremidades extendidas, podía tener una envergadura de unos 40 centímetros", explica Isaac Casanovas, el investigador del Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP) que lidera el estudio. Los huesos son tan grandes que inicialmente los científicos pensaron que habían encontrado restos de un primate.

El gran número de piezas recuperadas ha permitido generar un modelo tridimensional del esqueleto. "A partir de tomografías computarizadas (TACs) del cráneo y múltiples fotografías elaboramos modelos de los diferentes huesos para obtener el modelo 3D", señalan Josep Fortuny (ICP) y Óscar Sanisidro, de la Universidad de Kansas (EE UU), coautores del artículo. "Para llenar los huecos de los elementos que faltaban nos basamos en la anatomía de la ardilla voladora gigante actual", matizan.

Los modelos 3D de alta resolución se han puesto a disposición de la comunidad científica, de modo que se pueden descargar e incluso se puede imprimir su esqueleto utilizando una impresora 3D.

"Esta ardilla fósil está estrechamente emparentada con las ardillas voladoras gigantes del género Petaurista, distribuidos por el sur de Asia", indica Joan Garcia-Porta

Familia de las ardillas voladoras gigantes

Los análisis filogenéticos realizados en este estudio han combinado por primera vez datos morfométricos de especies extintas y actuales así como secuencias de ADN de las especies actuales.

"Los resultados muestran que esta ardilla fósil está estrechamente emparentada con las ardillas voladoras gigantes del género Petaurista, ampliamente distribuidos por el sur de Asia", indica Joan Garcia-Porta, investigador del Centre de Recerca Ecològica i Aplicacions Forestals (CREAF, UAB) y responsable de coordinar los análisis filogenéticos.

"De hecho, el esqueleto de la ardilla voladora gigante actual es muy parecido al de Miopetaurista, hasta tal punto que huesos como el fémur o el húmero son prácticamente indistinguibles", señala Casanovas.

Las ardillas voladoras evolucionaron a partir de formas arborícolas como la ardilla común, pero no hay acuerdo sobre en qué momento se produjo esta separación. "Los estudios moleculares que se habían hecho anteriormente apuntaban a hace unos 23 millones de años, pero en el registro fósil se han encontrado algunos restos que podrían pertenecer a ardillas voladoras y que tienen 36 millones de años", dice Casanovas.

La ardilla voladora en su entorno en el Mioceno. / O. Sanisidro

"Lo que pasa es que estos restos tan antiguos son principalmente dientes y es difícil de atribuirlas con certeza a una ardilla voladora", comenta el investigador. En esta investigación, los expertos estiman que la separación tuvo lugar hace entre 31 y 25 millones de años. Por lo tanto, los fósiles más antiguos que se han encontrado no corresponderían a especies de ardillas voladoras.

Entre los mamíferos, solo los murciélagos presentan un vuelo propulsado, pero varios grupos que no están estrechamente relacionados entre ellos han desarrollado membranas para planear. Estos incluyen los lémures voladores o algunos marsupiales como los petauros del azúcar. Sin embargo, las ardillas voladoras son los únicos mamíferos planeadores que han tenido éxito evolutivo, ya que se conocen hasta 52 especies diferentes y tienen una amplia distribución en Eurasia y Norte América. Sin embargo, los orígenes de su historia evolutiva son todavía bastante desconocidos.

El estudio de los mamíferos del Vertedero de Can Mata, donde se han encontrado más de 80 especies, permite deducir la presencia de un bosque cerrado y un clima subtropical húmedo. El hecho de que se hayan encontrado castores y ciervos ratón indica la presencia ocasional de zonas con masas de agua permanentes. Los primates, algunos lirones y las ardillas voladoras indicarían la presencia de ambientes boscosos densos.

Referencia bibliográfica:

Casanovas-Vilar, I., Garcia-Porta, J., Fortuny, J., Sanisidro, O., Prieto, J., Querejeta, M., Llácer, S., Robles, J.M., Bernardini, F., Alba, D.M. 2018. Oldest skeleton of a fossil flying squirrel casts new light on the phylogeny of the group. eLife. DOI: https://doi.org/10.7554/eLife.39270

Fuente: Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont (ICP)
Derechos: Creative Commons

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