Aunque en el mundo se suicidan miles de personas al año, investigadores y médicos carecen de un método para evaluar la probabilidad de planteamiento o intento de suicidio. Un grupo internacional de científicos, en el que participa el Instituto de Investigación Hospital del Mar (IMIM), ha creado el primer índice de riesgo para prevenirlos.
“Resulta fundamental identificar la ideación suicida en las personas con un riesgo mayor. La aportación más importante de nuestro estudio es el desarrollo de un índice internacional de riesgo para estimar la probabilidad de pasar de la ideación a cualquiera de los comportamientos siguientes: plan o intento de suicidio”, explica a SINC Jordi Alonso, jefe del Grupo de Investigación en Servicios Sanitarios del IMIM.
Los datos del trabajo, en el que también participa Josep M. Haro, investigador del Parque Sanitario Sant Joan de Déu y que publica el Journal of Clinical Psychiatry, provienen de la encuesta realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) Estudio Mundial de Salud Mental entre 2001 y 2007, en el que 108.705 adultos de 21 países respondieron a la Entrevista Diagnóstica Internacional Compuesta.
El estudio analiza los comportamientos suicidas, y no los suicidios mortales, ya que se basa en entrevistas a la población adulta. Las variables que se asocian con estos comportamientos son: género femenino, edades más jóvenes, menor educación, no vivir en pareja, estar desempleado, padecer algunos trastornos mentales, haber padecido adversidades en la infancia y los trastornos mentales de los padres.
Todos tenemos el mismo riesgo
Las conductas suicidas tienen tasas similares en los países desarrollados y en desarrollo. Asimismo “todos los factores de riesgo son similares para estos países y, por tanto, el índice que determinaría el riesgo de comportamientos suicidas es válido en ambos casos”, señala el experto.
Sin embargo, por lo que respecta a la mortalidad por suicidio, existen variaciones importantes en el mundo. Por ejemplo, países del este de Europa y la antigua Unión Soviética tienen las tasas más altas (Lituania, Bielorrusia, la Federación Rusa) y una gran parte de los fallecimientos por suicidio padecen trastornos mentales.
Otras características determinantes para que el suicidio se materialice son: la religión (lo que implica tasas mínimas de suicidio en países musulmanes), el apoyo social o el acceso a armas o a sustancias letales.
Por debajo de la media pero en ascenso
En España, un país con una cultura tradicional católica, de familia extendida, con prevalencia relativamente baja de trastornos mentales y con grandes restricciones en el uso de armas, las tasas de muerte por suicidio son bajas -la mitad del promedio europeo-.
“Ahora bien, esta tasa está creciendo mientras que en países con tasas superiores está bajando”, advierte el investigador. En lugares como EEUU, por cada muerte por suicidio se dan entre 3 y 4 hospitalizaciones por intento de suicidio no completado, y entre 15 y 20 asistencias de urgencias por la misma causa.
“Nuestro índice de evaluación de riesgos múltiples puede predecir los planes y los intentos de suicidio con una exactitud bastante alta y ayudar a los especialistas médicos a pronosticar estos comportamientos”, concluye Alonso.
----------------------------------
Referencia bibliográfica:
Borges G, Nock MK, Haro Abad JM, Hwang I, Sampson NA, Alonso J, Andrade LH, Angermeyer MC, Beautrais A, Bromet E, Bruffaerts R, de Girolamo G, Florescu S, Gureje O, Hu C, Karam EG, Kovess-Masfety V, Lee S, Levinson D, Medina-Mora ME, Ormel J, Posada-Villa J, Sagar R, Tomov T, Uda H, Williams DR, Kessler RC. “Twelve-Month Prevalence of and Risk Factors for Suicide Attempts in the World Health Organization World Mental Health Surveys”. Journal of Clinical Psychiatry 71 (12): 1617 – 1628, 2010.
Solo para medios:
Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.