Un trabajo del Grupo de Ecología Terrestre de la Universidad Autónoma de Madrid define las áreas más valiosas para las aves esteparias en España, y pone de manifiesto deficiencias en su conservación.
España es un país estepario. Esta afirmación no está hecha para animar a los políticos a reforestar con millones de árboles o a poner en regadío centenares de miles de hectáreas. Se trata de la constatación de la importancia de España para las aves esteparias, aquellas vinculadas a medios abiertos y desarbolados, tanto por la diversidad como por su abundancia en gran parte del territorio. Sin embargo, el diseño de la red de espacios protegidos deja fuera muchas de las zonas más importantes para la conservación de estas aves. Estos son algunos de los resultados más relevantes de un trabajo desarrollado por Juan Traba, Eladio L. García de la Morena, Manuel B. Morales y Francisco Suárez, miembros del Grupo de Ecología Terrestre del Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de Madrid, y recientemente publicado en la revista Biodiversity and Conservation (número 16: 3255-3275).
Los mapas realizados por estos autores describen con precisión y coherencia los patrones de distribución espacial de las aves esteparias en la España peninsular. Estas son, en orden ascendente de importancia, las llanuras de Extremadura, las planicies cerealísticas de las mesetas norte y sur, los páramos del Sistema Ibérico y, especialmente el Valle del Ebro. La selección del 5% de las cuadrículas con los valores más altos del índice combinado ha permitido definir las 250 cuadrículas más valiosas de España para las aves esteparias (los denominados Hot Spots). Este conjunto de excelencia incluye el 14% de la distribución promedio de dichas especies, y se concentran alrededor de unos pocos núcleos clave, resaltando la pérdida de hábitat que han debido experimentar las áreas más periféricas de la Península. El mapa de las áreas más valiosas para las aves esteparias puede ser descargado en formato kmz para su visualización y consulta en Google Earth.
Si la efectividad de una red de espacios protegidos se mide en función del grado de cobertura que ofrece a sus especies objetivo, la protección de las aves esteparias en España no alcanza los niveles deseables. Más del 55% de los Hot Spots no está incluido en ningún espacio protegido, lo que parece una representación claramente mermada tratándose de un conjunto de aves tan amenazado y que caracteriza ampliamente al territorio español. El porcentaje de desprotección es aún mayor (67%) si se consideran únicamente los espacios protegidos definidos específicamente para las aves esteparias.
La inclusión de este tipo de trabajos en la ordenación del territorio y la definición de estrategias a gran escala podría ayudar a limitar los impactos de grandes proyectos de desarrollo, que para su ubicación suelen tener las mismas preferencias de hábitat que las aves esteparias. En tiempos recientes hemos tenido ejemplos por toda España de proyectos de grandes infraestructuras que afectan a cuadrículas valiosas, y que en algún caso pueden estar detrás de la delicada situación en la que se encuentran algunas especies objetivo como el sisón.
Además, la identificación de áreas valiosas, eventualmente acompañada de un mayor detalle en la escala de trabajo, podría ser utilizada como una herramienta dinámica para redirigir las políticas de conservación, ya sea aumentando esfuerzos en las zonas que están perdiendo valor como redirigiendo fondos hacia las zonas emergentes. Las políticas basadas en análisis científicos relativamente ágiles en su ejecución deberían servir de incentivo para garantizar el estado de conservación de las especies, además de estimular a las administraciones y propietarios para alcanzar la primera división de la conservación, la que garantiza un mayor esfuerzo inversor.