La divulgación científica es un tema que aparece someramente reflejado en el borrador de la nueva Ley de la Ciencia, según ha señalado uno de los miembros del grupo de trabajo que ha elaborado el borrador de anteproyecto, el profesor Francisco Marcellán, durante una conferencia celebrada en la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M). “Tan sólo aparece en tres artículos que pueden parecer insuficientes desde la perspectiva normativa pero que abren vías para su posterior desarrollo de una manera más clara”, señala. Entre los objetivos de esta nueva norma jurídica figura el promover la cultura científica y tecnológica a través de la educación, la formación y la divulgación.
Estos tres artículos, de entre un total de 42, aparecen en el borrador de la nueva Ley en el Capítulo III del Título III, que aborda los elementos para el impulso de la investigación científica y técnica, la transferencia del conocimiento y la difusión.
El primero, el art. 33, regula la publicación en acceso abierto, para que los trabajos de investigación de los científicos se puedan depositar en repositorios de acceso abierto.
El segundo, el art. 34, trata de mejorar la cultura científica y tecnológica a través de la educación, la formación y la divulgación e indica, sin especificar detalladamente, que “reconocerán adecuadamente las actividades de los agentes del Sistema Español de Ciencia y Tecnología en este ámbito”.
Y por último, el tercero, el art. 35, autoriza la creación de la fundación del sector público estatal Museo Nacional de Ciencia y Tecnología.
Duda y búsqueda de respuesta como motores del saber
Durante el acto, el Catedrático de la UC3M comentó el papel de los científicos no sólo como generadores de conocimiento sino como dinamizadores externos del mismo de cara a la sociedad, destacando la importancia de la divulgación científica a la hora de afrontar algunas problemáticas sociales.
Criticó, por ejemplo, la escasa presencia de los investigadores teóricos de la economía que llevan años trabajando en estos temas y que apenas aparecen en los medios de comunicación cuando se habla de la crisis económica.
“El científico puede aportar una opinión que va más allá de los intereses corporativos y económicos y su contribución puede servir para contrastar y valorar los aspectos positivos y negativos de muchos temas”, asegura. Y para ello, añade, "existe la necesidad de poner cara a los científicos, de visualizar a los investigadores, para que la sociedad los reconozca como una posible fuente de conocimiento".
Durante la ponencia, que forma parte de las Jornadas de Promoción de Actividades de Investigación del Vicerrectorado de Investigación de la UC3M, Marcellán también abordó la importancia de dar mayor visibilidad a los trabajos de investigación que publican los científicos porque no solamente tienen una valoración académica, sino también una visibilidad social.
“Las publicaciones son importantes porque son una rendición de cuentas y contraste externo de su trabajo y porque sirven para evaluar la trayectoria de un científico, aunque para ello también se han de tener en cuenta más factores, como sus patentes, sexenios, colaboraciones con otros grupos de investigación, la divulgación de sus trabajos… aunque no todos deben hacer todo ni con la misma intensidad”, aclara.
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