Las populares lágrimas de San Lorenzo o estrellas fugaces de las Perseidas no son estrellas. En realidad son las partículas de polvo que deja atrás el cometa Swift-Tuttle y que cada verano contactan con la atmosfera terrestre creando una luminosa lluvia de meteoros. En 2014, tendrán su máxima actividad la madrugada del 13 de agosto.
La brillante superluna llena de este año no permitirá disfrutar de la lluvia de las Perseidas como en otras ocasiones, y solo las estrellas fugaces más potentes serán visibles en el cielo nocturno. Aun así, la noche del 12 al 13 de agosto es la más propicia para observarlas, ya que tendrán su máxima actividad aproximadamente entre las 02:00 y 05:00 de la madrugada.
Las conocidas como ‘lágrimas de San Lorenzo’, por aparecer en torno a esa festividad –el 10 de agosto–, son en realidad pequeñas partículas de polvo de tamaños variados, aunque por lo general más pequeñas que un grano de arena, que va dejando por su órbita el cometa Swift-Tuttle. Este tiene un período de 133 años y la última vez que pasó cerca del Sol fue en 1992. Está previsto que se aproxime a la Tierra en el año 2126.
Cuando un cometa viaja por las regiones interiores del sistema solar, su núcleo, formado por hielo y rocas, se sublima por la acción de la radiación solar y se genera la característica cola de polvo y gas. El chorro de partículas resultante se dispersa y van quedando atrás por su órbita.
En el caso de Swift-Tuttle, sus restos se encuentran cada año por estas fechas con nuestro planeta. Las partículas de polvo, al contacto con la atmósfera terrestre, se desintegran a gran velocidad, creando los conocidos trazos luminosos que reciben el nombre de ‘meteoros’. Aunque esta noche es cuando más se producen, el fenómeno se puede apreciar desde la segunda mitad de julio hasta finales de agosto, pero en menor intensidad.
La lluvia de Perseidas parece provenir del nordeste, concretamente de la constelación de Perseo, de ahí su nombre. La zona del cielo de donde aparentan venir todos los meteoros de una determinada lluvia de estrellas recibe el nombre de radiante. Aquí es Perseo, en el caso de las Oriónidas es la constelación de Orión, en las Leónidas es la de Leo y así sucesivamente.
Existen más de treinta lluvias de estrellas al año. Por su número de meteoros a la hora destacan las Cuadrántidas (3 enero) y las Gemínidas (14 de diciembre), que ofrecen cada una cerca de 120 estrellas fugaces por hora durante las frías noches de invierno.
En el caso de las Perseidas son alrededor de un centenar, pero como se pueden observar en verano el tiempo es más propicio para disfrutar de ellas y, como hacen muchos aficionados, formular deseos al paso de la estrella fugaz. La única recomendación es alejarse de la contaminación lumínica de pueblos y ciudades y, este año, evitar la superluna y los cielos nublados del norte de la penísula ibérica y Canarias.
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