La investigación que se ha presentado con forma de tesis doctoral en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) analiza la cobertura informativa de 11 de sucesos relevantes en la historia reciente de España, como los crímenes de Alcàsser, los de Puerto Hurraco, la riada de Biescas o el accidente aéreo del monte Oiz. Iñigo Marauri, autor del trabajo, constata cómo hegemonía de la televisión ha influido en el tratamiento que da la prensa escrita diaria a los sucesos.
El trabajo presentado analiza la evolución del tratamiento periodístico de los sucesos en la prensa diaria de información general de España desde la llegada de la democracia en 1977 hasta el año 2000. Se ha estudiado la cobertura informativa de once de los sucesos de mayor impacto mediático y social de la historia reciente en España por los principales diarios de referencia (El País, ABC, El Mundo, Diario 16, El Periódico de Catalunya, La Vanguardia de Barcelona y El Correo).
Las 1.750 informaciones, reportajes, crónicas, editoriales y artículos de opinión estudiados abordan accidentes aéreos —el de dos Jumbos en el aeropuerto tinerfeño de Los Rodeos en 1977 y el de un aparato de Iberia en el monte Oiz (Bizkaia) en 1985—, explosiones e incendios —la explosión de un camión en el camping Los Alfaques de Tarragona en 1978, la tragedia del colegio Marcelino Ugalde en Ortuella en 1980, y el incendio de la discoteca Alcalá 20 en 1983—, accidentes de autobuses escolares —los ocurridos en Lleida en 1988, y en Soria en 2000—, crímenes —los crímenes de Puerto Hurraco de 1990, los crímenes de Alcàsser de 1992, y el llamado crimen del rol de 1994— y catástrofes naturales —la riada de Biescas de 1996—.
El autor de la tesis es Iñigo Marauri y su trabajo se titula Evolución en el tratamiento de los sucesos en la prensa diaria de información general en España (1977-2000). Entre las principales conclusiones de la investigación, sobresale la constatación de que la relevancia de los sucesos, lejos de disminuir, crece en los principales diarios del país.
Una de cada tres de las 1.750 unidades estudiadas se ubica en la primera página de la sección, y el 49% de las informaciones aparecen en la portada como la noticia principal del día. Estos porcentajes son incluso mayores en la segunda mitad del periodo estudiado. Otro dato que corrobora esta realidad es la mayor presencia en las secciones de Opinión de artículos y editoriales sobre estos sucesos.
Este fenómeno tiene su punto de partida en los crímenes de Alcàsser. Uno de cada tres artículos de opinión recogidos en la investigación se encuadra en la cobertura de este hecho. Y es a partir de este suceso cuando se consolida la presencia de textos sobre sucesos en esta sección.
La investigación concluye asimismo que la hegemonía de la televisión ha influido en el tratamiento que dan los diarios a los sucesos. Abundan los ejemplos de noticias en las que se potencian los tintes melodramáticos, las descripciones escabrosas y el valor espectacular de la tragedia. En el plano formal, crece el protagonismo del titular y de la imagen (mayor número de fotografías y más grandes), y se consolidan las infografías.
Además se han observado los siguientes fenómenos: la desaparición de la sección de Sucesos y el asentamiento de estas noticias en la sección de Sociedad; el aumento de la utilización de declaraciones de testigos, afectados y familiares; y, en tercer lugar, los contrastes perniciosos que genera la combinación inadecuada de los contenidos informativos y los anuncios publicitarios, en el caso del accidente de autobús de Golmayo (Soria), en el que fallecieron más de una veintena de niños y adolescentes, uno de los diarios publicó en una página, junto a los reportajes sobre el dolor de los familiares, un anuncio que rezaba: “Hay que saber aprovechar los grandes momentos”.
También se ha podido contrastar que las cuestiones éticas son las más difíciles de tratar por los periodistas que cubren sucesos. Los sucesos pertenecen a un ámbito del periodismo en el que las consecuencias de un comportamiento profesional guiado por la ética, o por su ausencia, se multiplican. La cobertura de las tragedias y las entrevistas a víctimas o a familiares de víctimas pueden ser una de las labores más duras a las que se enfrenta un periodista. Una mayor empatía y una mayor formación y especialización en este ámbito se antojan como las principales soluciones para los problemas derivados de dichas situaciones, aunque no hay recetas sencillas en este campo.
Sobre el autor
Iñigo Marauri es licenciado en Periodismo y ha desarrollado su tesis bajo la dirección de María José Cantalapiedra, del departamento de Periodismo II de la Facultad de Ciencias Sociales y de la Comunicación de la UPV/EHU. Durante la realización de la tesis, Marauri ha completado estancias de investigación en la Pontificia Universidad Católica de Chile y en la Universidad Católica Argentina. Actualmente trabaja como redactor jefe y responsable de investigaciones de la revista Consumer Eroski.