Un equipo internacional de científicos ha concluido que la erupción del volcán de lava 'Lusi' en Indonesia, que entró en erupción hace dos años y que continúa arrojando lodo, se produjo como consecuencia de la perforación de un pozo de prospección de gas natural. El estudio contradice así la teoría de que la causa podría haber sido un terremoto que se produjo dos días antes de la erupción.
La investigación, elaborada por investigadores británicos, estadounidenses, indonesios y australianos, y que se ha publicado esta semana en la revista Earth and Planetary Science Letters, describe y analiza un registro detallado de los incidentes de operación producidos en el pozo de prospección de gas natural Banjar-Panji-1 (operado por la compañía petrolífera y de gas Lapindo Brantas, que ha confirmado los datos).
El autor principal del artículo, el profesor Richard Davies, del Centro de Investigación de Sistemas de Energía Geotermales (CeREES) de la Universidad de Durham (Reino Unido), publicó, en enero de 2007, una serie de estudios en los que argumentaba que la perforación era la causa más probable de la erupción del volcán de lodo ‘Lusi’ que se inició el 29 de mayo de 2006.
La teoría de Davies fue cuestionada por la empresa que realizaba la perforación y por otros expertos, que argumentaban que el terremoto de Yogyakarta que se produjo dos días antes de la erupción, y que tuvo su epicentro a 250 kilómetros del volcán de lodo, fue la causa de la erupción.
Para verificar si la erupción fue causada por el terremoto, la alumna de postgrado Maria Brumm y el profesor Michael Manga, de la Universidad de California (Berkeley) realizaron un estudio sistemático gracias al cual hallaron que ninguno de los modos en los que un terremoto desencadena una erupción pudo haber sido un factor para la de Lusi.
“Desde hace cientos de años sabemos que los terremotos desencadenan erupciones. En este caso, el terremoto simplemente fue demasiado pequeño, y se produjo a demasiada distancia”, afirmó Michael Manga.
Los nuevos datos
El nuevo estudio publicado ahora confirma que el efecto del terremoto fue mínimo, debido a que el cambio de presión en el subsuelo debido al terremoto fue demasiado pequeño. No obstante, los científicos aseguran en un 99% de probabilidades que fueron ciertas operaciones de perforación las que provocaron la erupción del Lusi.
El profesor Davies lo ha explicado así: “Hemos demostrado que el día antes de que entrara en erupción el volcán de lodo, se produjo una gran sacudida en el pozo, que produjo una entrada incontrolada de fluido y gas en la perforación. Después de la sacudida, la presión en el pozo superó un nivel crítico”.
La perforación del pozo provocó, según los investigadores, un ‘blowout’ subterráneo, es decir, una fuga de fluido, desde el pozo y las formaciones rocosas, a la superficie. “Ese fluido arrastró lodo durante su ascenso, y así nació Lusi”, apuntó Davies.
El profesor ha explicado que “la posibilidad de controlar esa presión habría aumentado si el pozo de perforación hubiera contado con más revestimiento de protección”. Davies y sus compañeros tienen la absoluta certeza de que el volcán de lodo Lusi es “un desastre no natural” que les permitirá comprender mejor el nacimiento, la vida y la muerte de los volcanes.
La actividad del volcán Lusi
Lusi continúa expulsando 100.000 metros cúbicos diarios de lodo, suficientes para llenar 53 piscinas olímpicas. Estudios realizados recientemente, en los que ha participado el profesor Davies revelan que el volcán está colapsando hasta tres metros diarios, y podría hundirse una profundidad de más de 140 metros, ejerciendo un impacto ecológico sustancial en el entorno próximo durante varios años.
Cuando el volcán entró en erupción hace dos años, obligó a la evacuación de más de 30.000 personas y causó pérdidas materiales valoradas en millones de dólares.