Un grupo de investigadores de la Universidad de Jaén (UJA) especialista en arqueología industrial ha estudiado e inventariado el patrimonio molinar de la comunidad autónoma andaluza con técnicas infográficas y de realidad virtual para acercar a los ciudadanos estas construcciones con valor cultural y tecnológico.
El viento azota algunas zonas de España con la suficiente fuerza como para que, desde hace siglos, se le saque partido. Por eso, los molinos de viento forman parte indiscutible de la estampa y el imaginario español, y son parte fundamental del patrimonio histórico-tecnológico nacional y, en concreto, de la riqueza patrimonial andaluza.
Sin embargo, en Andalucía, pese a haberse usado hasta mediados del siglo XX en el Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, o no se conocen ni se valoran en su justa medida, o su estado es, en la mayoría de los casos, “de abandono”. “No hay un plan sistemático de recuperación y rehabilitación, tan sólo acciones puntuales”, asegura José Ignacio Rojas, especialista en arqueología industrial en la UJA.
“Sólo un 15% está en buen estado de conservación como el molino de San Francisco, en Vejer de la Frontera (Cádiz), o el molino de viento del Colado, en San José (Almería)”.
Por este motivo, el grupo de investigación Ingeniería gráfica y arqueología industrial de la Universidad de Jaén, dirigido por el profesor Rojas, está llevando a cabo el proyecto Patrimonio histórico molinar de Andalucía, calificado de Excelencia por la Consejería de Economía, Innovación y Ciencia. A través de él, han localizado 89 molinos de viento en la comunidad autónoma, en su mayoría “en Huelva, Cádiz y Almería”, las provincias con mayor potencial eólico. “En Granada hay sólo dos; en Sevilla, uno; y en Jaén, otro”, explica el profesor Rojas.
Durante su investigación, han descrito las particularidades de los molinos andaluces (casi todos datados en el siglo XIX), de ocho velas triangulares latinas, en vez de aspas, como los manchegos; cuyo sistema de “alivio” (reducción de la fuerza del giro) era disminuir la superficie de las velas ofrecidas al viento siempre en número par; que contaban con dos estancias, eliminando la intermedia de los manchegos; y en los que, según la provincia, variaba el sistema de separación de piedras para lograr una molienda más fina y homogénea.
Visitas virtuales y turísticas
El inventario incluye un estudio de localización, evolución histórica y características arquitectónicas de cada uno de los molinos encontrados a través de una herramienta SIG (Sistema de Información Geográfica), desarrollada con software libre, y creada específicamente para este trabajo. “La base de datos elaborada es muy rigurosa. -afirma Rojas- Estamos llevando a cabo un sistema de gestión de contenidos que permita obtener información histórica y tecnológica del ingenio, o acceder a un vídeo de animación por ordenador del molino”. “Queremos que el usuario, al toparse con un molino de viento, pueda interactuar con un modelo virtual por ordenador que se podría encontrar al pie de la construcción; saber cómo era y cómo funcionaba”.
Para ello, han utilizado técnicas infográficas, como el modelado tridimensional y animación por ordenador, cuya ventaja es que no son técnicas invasivas, y permiten obtener información fiel acerca del objeto a recuperar sin necesidad de tener contacto con él, por ejemplo, con un láser escáner tridimensional.
Al margen de esta herramienta, “hemos hecho una reconstrucción gráfica en tres dimensiones del molino más representativo de la topología andaluza, en este caso el de Vejer, y una recreación virtual de su funcionamiento”, explica el profesor Rojas, que se podrá “visitar”, en el sentido virtual de la palabra, a través de Internet.
“Nuestra idea es transferir ese conocimiento obtenido a la sociedad a través de la Red”. Así, estos expertos en patrimonio industrial están ultimando un portal web en el que ubicar toda la información obtenida. Asimismo, y como valor añadido, los investigadores quieren también “dar una utilidad turística a este trabajo -explica el profesor Rojas- a través de propuestas de rutas a pie, en bicicleta y en coche en Huelva, Cádiz y Almería” que tengan como hilo conductor los molinos de viento.
Para rematar su labor, esperan ponerse en contacto con la Consejería de Turismo de la Junta, que ya mostró su interés por el proyecto, y con el SIPHA (sistema de información del patrimonio histórico de Andalucía).