Un proyecto internacional investigará el impacto de la liberación de radioactividad artificial en el Océano Pacífico. La expedición partirá el sábado 4 de junio a bordo del barco oceanográfico Kaimikai-0-Kanoloa, de la Universidad de Hawai, y durará 15 días. En ella participan investigadores del Departamento de Física y del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona.
El sábado 4 de junio comienza la primera expedición multidisciplinar para evaluar los niveles de dispersión de las substancias radiactivas en la zona del Pacífico frente a la planta nuclear de Fukushima.
Los investigadores recogerán agua y muestras biológicas y tomarán medidas en un área de 200km x 200km mar adentro frente a la planta nuclear, y tambien en zonas más alejadas a lo largo de la corriente de Kuroshio. Esta corriente, similar a la del Golfo en el Atlántico, podría transportar la radioactividad rápidamente al interior del océano.
El equipo de investigación analizará la presencia de radionúcleos para calcular la cantidad de radioactividad que ha sido liberada al océano, su impacto potencial en la vida marina y en la salud humana, y propondrá modelos para comprender mejor cómo se dispersa la contaminación radioactiva. El trabajo se hará conjuntamente con científicos japoneses y construirá las bases de una investigación internacional colaborativa relacionada con los efectos del accidente de Fukushima.
Barcelona, en la campaña oceanográfica
El grupo de investigación del Departamento de Física y del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), que dirige el doctor Pere Masqué, participa encargándose de la determinación de la distribución de Estroncio 90 en el agua, y colabora en las medidas de Cesio-137 y Cesio-134.
Además, una investigadora postdoctoral, la doctora Núria Casacuberta, participa en la campaña oceanográfica para obtener las muestras y preprocesarlas a bordo. Los análisis se realizaran durante los meses posteriores al regreso. En España colabora con el grupo de la UAB el doctor Rafael García-Tenorio, de la Universidad de Sevilla.
El proyecto está organizado por la institución privada de investigación norteamericana Woods Hole Oceanographic Institution (WHOI), dedicada a la investigación marina, la ingeniería y la educación superior. Fue fundada en 1930 por recomendación de la National Academy of Sciences de los Estados Unidos.
Su misión es comprender los océanos y su interacción con el resto del planeta, y comunicar los conocimientos sobre su papel en los cambios globales medioambientales. La investigación está financiada por la Gordon and Betty Moore Foundation, una organización fundada en 2000 con el objetivo de avanzar hacia la conservación ambiental y la investigación científica en todo el mundo y mejorar la calidad de vida en la Bahía de San Francisco (EE UU).
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