Investigadores del Grupo de Radiación Natural y Medio Ambiente (GRANAMA) de la Universidad de Valladolid colaboran con científicos de la Universidad de Kharagpur, en la India, en la medición de los niveles de radiación ambiental en el entorno de las minas de uranio de Jaduguda, situadas en la zona este del país asiático. El objetivo del estudio ha sido determinar si los niveles de radiación que se registran en los lugares donde se depositan los residuos de uranio (tailing ponds) se sitúan por encima de los niveles permitidos que pueden resultar perjudiciales para la salud de las poblaciones del entorno.
Los investigadores del departamento de Geología de la universidad india, dirigidos por el Profesor Sengupta, se han encargado de realizar mapas de la radiactividad del entorno y, de acuerdo a esos datos, se han tomado muestras en los puntos de interés. El papel de los científicos vallisoletanos, que forman parte del Laboratorio LIBRA (Laboratorio de Investigación en Baja Radiactividad) ha consistido en analizar esas muestras de suelo para determinar mediante espectrometría gamma, los niveles de radiación presentes en la zona.
Según ha precisado la coordinadora científica del grupo, Elena Charro, las conclusiones del estudio reflejan que, “de los depósitos de residuos analizados, algunos de ellos no presentan índices de radiactividad elevados, es decir, estos niveles no son superiores a los índices promedio de radiación natural que se dan en la Tierra, sin embargo, en otros sí se han detectado niveles elevados de concentración radiactiva” que podrían ser perjudiciales para las personas que residen cerca de las minas. Gracias a estas mediciones, ha precisado la experta, no sólo se conoce qué concentraciones de diversos radionúclidos existe, como uranio y radio, sino que “a partir de estos datos se puede estimar la dosis radiactiva que está percibiendo un ser humano que vive en ese entorno”.
Nivel natural de radiación
La investigadora aclara que la composición de la corteza terrestre contiene elementos radiactivos como es el caso del uranio o del radio, y que contribuyen a que exista “un nivel natural de radiación”, sin embargo, en ocasiones, por razones puramente geológicas, la concentración de estos elementos es mayor en ciertas zonas, pudiéndose encontrar índices de radiación elevados en ríos, acuíferos o en cuevas, debido a la presencia de gas radón que emiten los suelos y aguas con contenidos en radio, con el consiguiente problema para la salud humana.
El Laboratorio LIBRA, es, en palabras de la coordinadora del Grupo de investigación “el núcleo” del GRANAMA, dado que en él se realizan las medidas de radiactividad en muestras medioambientales, tanto en aire, suelo como aguas, así como, por ejemplo, en alimentos o fertilizantes. En el aspecto docente, el grupo de investigación imparte prácticas, de grado y posgrado, a alumnos de Físicas, Químicas e Ingenierías Agrarias y Forestales de la Universidad de Valladolid. El Laboratorio LIBRA dispone de la instrumentación más moderna, con equipos que pueden medir tanto la radiación alfa, beta como gamma, lo que le permite al grupo GRANAMA desarrollar diversas líneas de “investigación novedosa”, afirma Charro.