Un estudio sobre la población mundial revela que la mayor parte de una jornada cotidiana se dedica a actividades centradas en el ser humano: unas 9,4 horas (interacciones sociales, alimentarse, higiene, formarse...). Otras nueve, de media entre todas la edades, a dormir; y el resto a actividades como el cultivo y preparación de alimentos, los desplazamientos, el comercio y la vigilancia.
El día tiene 24 horas para todo el mundo. Para una población mundial actual de 8.000 millones de personas, esto supone un total aproximado de 190.000 millones de horas humanas. La forma cómo empleamos esas horas determina el impacto que tenemos en nuestro entorno y cómo experimentamos la vida.
Para averiguar cómo emplean su tiempo los habitantes del planeta, un equipo de investigación en el que ha participado el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autònoma de Barcelona (ICTA-UAB) ha recopilado y analizado información sobre las actividades económicas y no económicas con el fin de estimar, por primera vez, cómo es un día en la vida del mundo.
“En la actualidad, nos esforzamos por hacer frente a los retos globales, y eso exige nuevas perspectivas sobre cómo funciona el mundo”, afirma Eric Galbraith, investigador del ICTA-UAB y de la Universidad McGill y autor principal del estudio publicado en PNAS.
“Si queremos afrontar de forma sostenible el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, adaptarnos a los rápidos cambios tecnológicos y alcanzar los objetivos mundiales de desarrollo, es fundamental comprender el funcionamiento global del sistema humano para ver dónde hay potencial de cambio”.
Los investigadores querían saber cómo es la asignación de tiempo de la humanidad, calculando el promedio sobre todas las personas y en todos los países. "En otras palabras, si el mundo fuera una sola persona, ¿cómo sería su día a día?”, indica William Fajzel, estudiante de doctorado de la Universidad McGill y coautor del estudio.
Para averiguarlo, examinaron los datos sobre el uso del tiempo y el trabajo recopilados durante el periodo 2000-2019 (para evitar cualquier impacto de la pandemia de COVID) en más de 140 países (que representan el 87 % de la población mundial).
Los investigadores clasificaron todas las acciones que la gente realiza en un día, incluidas las actividades laborales y no laborales, dependiendo del propósito de la actividad. Para ello utilizaron 24 categorías que se dividen en tres grandes grupos.
El primero con las destinadas a alterar el mundo exterior (incluido el suministro o modificación de alimentos, energía, edificios, mantenimiento del entorno, etc.).
El segundo con las categorías centradas en las mentes o cuerpos humanos (incluido la higiene y el cuidado del aspecto personal, el estado de ánimo y la salud de uno mismo y de los demás, así como la educación, la religión, las aficiones, la socialización, los deportes, los medios de comunicación, el descanso, etc.).
Y finalmente, el tercero con la organización de actividades dentro de la sociedad (como el transporte, el comercio, las finanzas, el derecho y la gobernanza, etc.)
A continuación, clasificaron manualmente casi 4.000 actividades únicas, y descubrieron cuestiones sorprendentes como, por ejemplo, que la mayor parte del tiempo se dedica a actividades centradas en el ser humano: algo más de 9 horas.
Infografía del tiempo diario dedicado, según los resultados. / UAB
Dormir o estar en la cama supone otras 9 horas (la estimación global incluye a los jóvenes, que suelen dormir más horas). De las 6 horas restantes, el cultivo y la recolección de alimentos, su preparación, los desplazamientos y las tareas relacionadas con el comercio, las finanzas, las ventas, la legislación, la gobernanza, la vigilancia ocupan alrededor de una hora cada una.
La gestión de los residuos solo ocupa 1 minuto de la jornada mundial, en claro contraste con los 45 minutos dedicados a ordenar y mantener nuestras viviendas. Toda la construcción de infraestructuras y edificios se realiza en unos 15 minutos.
Sorprendentemente, el tiempo dedicado a actividades como las comidas, los desplazamientos diarios, la higiene y el aseo personal y la preparación de alimentos no cambia de forma sistemática en función de la riqueza material de una población. En cambio, el tiempo dedicado a cultivar y recolectar alimentos varía mucho en función de la riqueza: desde más de 1 hora en los países de renta baja, hasta menos de 5 minutos en los países de renta alta.
Tiempo dedicado a actividades económicas
Dado que el estudio incluye tanto actividades económicas como no económicas, una parte del tiempo total en cada una de las categorías descritas anteriormente representa a personas dedicadas a actividades económicas como, por ejemplo, médicos y enfermeras, cocineros y trabajadores agrícolas, etc.
Los investigadores estimaron que toda la economía mundial ocupa unas 2,6 horas de la jornada humana media. Esta actividad económica está dominada por la agricultura y la ganadería, seguidas de actividades como el comercio, las finanzas y el derecho, y la industria manufacturera.
Aunque el total de 2,6 horas pueda parecer pequeño, la población activa solo representa alrededor de la mitad de la población mundial. Para la población activa, esto equivale a una semana laboral de 40 horas.
Los resultados del estudio ofrecen una perspectiva única de cómo encajan las actividades económicas en el tejido general de la vida humana a escala mundial. También sugieren que hay mucho margen para modificar la distribución del tiempo en torno a determinadas actividades, como la extracción de materiales, el suministro de energía y la gestión de residuos, todas ellas realizadas en unos 7 minutos.
Referencia:
Fajzel. W., Galbraith, E.D., et al. "The global human day". PNAS, 2023.